Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
Los sucesivos gobiernos del Estado han tenido como objetivo estratégico convertir a Madrid en el contrapeso del Estado Autonómico para mayor gloria de la Corte. Toda la política de infraestructuras y de comunicaciones desarrollada en España ha servido para fortalecer el centro peninsular con un claro fin político: apuntalar el centralismo “efectivo” para contrarrestar la dinámica descentralizadora del Estado de las Autonomía. Y lo han conseguido. Madrid ha sido la puerta para las inversiones financieras extranjeras que han financiado el déficit crónico de la Balanza de Pagos y que nos ha conducido a esta situación dramática de endeudamiento con los mercados financieros, y el lugar que han privilegiado para que las grandes multinacionales instalaran su sede social y fiscal. No les ha importado que se haya convertido en el mayor sumidero de recursos materiales, económicos y financieros de la historia, multiplicando su huella ecológica en relación con los demás territorios del Estado.
El gobierno del PP está exacerbando esta dinámica a pasos agigantados: hace unos meses anunció el demencial proyecto de Eurovegas y ahora vuelve a apoyar la candidatura de Madrid a las Olimpiadas de 2020 a pesar de la crisis económica y de la dureza que el gobierno está empleando contra la población. Por lo visto, gastarse el dinero en esta candidatura, dos veces derrotada, es más importante para Rajoy que aprobar la dación en pago aunque más de 400.000 familias hayan sido ya expulsadas de sus hogares.
Esta historia comienza hace ya más de doce años cuando el de septiembre de 2000, el entones alcalde de Madrid anunció oficialmente que Madrid entraba en la carrera olímpica. En aquel momento, Sevilla también competía por ser sede olímpica, y como es norma del Comité Olímpico Español (COE) que sólo una ciudad de cada Estado sea candidata, Madrid desplazó a Sevilla.
Madrid perdió en la nominación para los juegos de 2012 y volvió a intentarlo para los siguientes Juegos, los de 2016 y, de nuevo, perdió. Ahora España atraviesa una crisis económica, política y social sin precedentes con recortes y privatizaciones que están minando el Estado Social y el Estado de las Autonomías.
El Ayuntamiento de Madrid es uno de los más endeudados de España y su deuda podría triplicar en 2014 la deuda del 2010. Actualmente tiene una deuda de 7.000 y los servicios públicos desatendidos por falta de financiación. El presupuesto que presentó para la candidatura de 2016 ascendieron a 37,8 millones de euros.
Ni desde el punto de vista social, ni ecológico, ni territorial tiene justificación este derroche. Es un insulto a las clases populares y medias que ven el dinero de las subidas de impuestos como el IVA o de los recortes en los servicios básicos se gastan en más centralismo, más desarrollismo y más despilfarro. Desde Andalucía decimos ¡Basta Ya, así no¡
