Misión cumplida: no hay ciudadano ni medio de comunicación que no hable del cambio de gobierno. A favor o en contra. A todas las horas. En todos los sitios. Y con esta maniobra de distracción mediática el PSOE ha hecho realidad una máxima zoroástrica perfectamente aplicable en política: monopolio de la luz, reinado de las sombras. Como si no existieran las afueras. Ni los márgenes. Ni colores ni flores ni nombres propios que no sean rosa. La disidencia no consiste en arremeter contra esta operación de maquillaje político, sino en mirar hacia otro lado. Por supuesto que podría hablar de la coincidencia en la misma mesa del pasado de Andalucía, hoy futuro de España. Del Ministro Chaves que prometió el pleno empleo para 2009. Y de la Ministra Aguilar que modificó la interpretación del informe técnico sobre la demolición de las naves ilegales de Rafael Gómez. Ambos demuestran la extraordinaria rentabilidad política de la mentira. Y que el ansia de poder consigue acostar en la misma cama a quienes se apuñalaban en otro tiempo. Pero no lo haré. No quiero pasar por cómplice gratuito en esta campaña de publicidad engañosa. Prefiero leer la letra pequeña de los contratos con PNV y Coalición Canaria que la han subvencionado. Las claves escondidas en los presupuestos generales que colocan en grave riesgo la capitalidad cultural europea para la ciudad de Córdoba, apoyada recientemente por el Parlamento andaluz.
A nadie escapa la nula capacidad de influencia de Andalucía en las decisiones políticas estatales. De nada sirvió el apoyo unánime de los partidos andaluces para que Cajasur no acabase en manos de la BBK. Detrás del tentetieso en que convirtieron los curas el cebo de los despidos, se escondía la pérdida de un centro de poder en Córdoba y Andalucía. Muchos mordieron el anzuelo. Y ahora ya no tenemos ni la caja, ni el dinero, ni la soberanía para decidir qué hacer con la caja, el dinero y los despidos. Otro tanto ocurrió con el apoyo del Parlamento de Andalucía a la candidatura al Premio Príncipe de Asturias de los descendientes de moriscos-andalusíes. Y dentro de poco se repetirá la escena cuando el Tribunal Constitucional dicte sentencia contra la unidad de cuenca del Guadalquivir. A nosotros nos quitarán el agua dulce mientras a Canarias les conceden las saladas.
La cruda realidad es que los ministros andaluces y nuestros 60 diputados en el Congreso influyen infinitamente menos que el puñado de PNV y Coalición Canaria. A cambio del respaldo a los presupuestos, ambos grupos han firmado un contrato en el que se les cede como producto estrella las políticas activas de empleo. Algo que tarde o temprano conseguirían. No puedo creerme que PNV y CC den tanto por tan poco. Los nacionalistas vascos regalando competencias a Patxi López y los canarios perdiendo el pacto de gobierno con el PP. ¿Qué dice la letra pequeña? San Sebastián y Las Palmas también son candidatas a la capitalidad cultural europea. Los cuatro ministros vascos son donostiarras. Y la traición es muda e invisible. Quedan nueve meses para el parto. O para un posible aborto.
Lo que es seguro es que como en Córdoba, gane el PP, no hay capitalidad… lo demás son especulaciones…