EditorialP36.29/10/2010.
Tanto los economistas neoliberales como los economistas socialdemócratas o críticos coinciden en localizar el origen causal de esta descomunal crisis , en graves errores de diseño de los marcos regulatorios e institucional del sistema económico..Para unos (neoliberales) sigue faltando mercado y sobrando Estado. Para los otros (socialdemócratas) se ha ido demasiado lejos en el mercado y hay que recuperar mucho mas Estado.
Difieren en mucho, y no son precisamente irrelevantes esas diferencias, pero ambos se mueven dentro del mismo paradigma del crecimiento y la producción ilimitada. Los dos creen que la riqueza nace del aumento incesante de la producción y que son los factores sociales o políticos (leyes, instituciones, programas, decisiones) los que están fallando y como producto de estos fallos (sobre los que no hay acuerdo) ha sobrevenido la actual crisis.
De momento la batalla por el control de los relatos (la explicación de por qué ocurre la crisis) y en las decisiones políticas; la están ganando los peores (neoliberales). Mientras que los mejores (socialdemócratas) están tan a la defensiva que ellos mismos ejecutan las recetas del adversario (ese el caso del gobierno español o del andaluz). La disonancia cognitiva que implica mantener un relato socialdemócrata de la crisis mientras se ejecutan políticas fuertemente neoliberales está destrozando la credibilidad electoral y minando el capital ideológico y moral del PSOE
Alguien podrá objetar que no hay nada nuevo bajo el sol y que la socialdemocracia lleva muchos años instalada en esta disonancia cognitiva que tan rentable le ha sido. ¿O acaso Felipe González era menos neoliberal que ZP? ¿Por qué antes les fue rentable la disonancia y ahora no ?. Las razones de esa diferencia nos retrotraen al problema original de las causas de la crisis. Esta crisis no es como las anteriores y el horizonte de resolución de las mimas no se vislumbra por medio del crecimiento y el consumo sino de la austeridad y el aumento de las desigualdades. Mientras que aumenta el consumo la disonancia se oculta o se tolera cuando se frena el consumo, la disonancia emerge como insoportable.
¿Por qué es distinta esta crisis? Es una crisis donde por vez primera aparecen como una condición insalvable los limites ecológicos del crecimiento. Unos Límites que ya estaban presentes en las crisis anteriores, pero no con el peso y la gravedad de ahora. En P36 hemos venido, desde el comienzo de la crisis, ofreciendo un diagnostico y un relato que situaba el origen en la superación de los límites ecológicos del planeta. Desde nuestra análisis, compartido por todo el campo teórico de la ecología política, los supuestos fallos de diseño no son tanto errores como las consecuencias fatales de un conjunto de premisas y objetivos construidos para ignorar y sortear los límites físicos del desarrollo económico.
Neoliberales y socialdemócratas creen que el problema está en la distribución (menos distribución o más) mientras para nosotros y nosotras el problema de la distribución es indisociable de la producción (o mejor dicho de la extracción). Y más ahora en que el cenit de la extracción empieza a asomar las orejas. Cualquier enfoque del problema de la distribución (donde coincidimos en mucho con la socialdemocracia) tiene que abordase desde los supuestos y los horizontes de la ecología política si se quiere tener éxito frente a la ofensiva suicida y antisocial del neoliberalismo. Hay algo más pues que errores de diseño en esta crisis, mientras la izquierda siga sin ver ese “algo mas” solo le queda o la jeremiada o la ”disonancia cognitiva” , malas opciones.