EditorialP36.
07/05/2010.
Desde Paralelo36 se ha vendido insistiendo en la severidad y la radicalidad de la crisis económica en curso, cuando muchos negaban incluso que tal crisis existiera, o hablaban, como Solbes, de “desaceleración suave del crecimiento”. Desde nuestro análisis la crisis no era una mera suma de errores coyunturales o de turbulencias cíclicas: la crisis esta y es sistémica y tiene un origen ecológico. Muchas son ya las evidencias de que el modo de extracción y consumo globalizado es insostenible físicamente y los modelos teóricos y normativos que han intentado describirlo, legitimarlo y regularlo son ficticios , lo que en sociología del conocimiento se conoce como una “ilusión bien fundamentada”.
La insalvable oposición entre extracción y consumo solo puede ser resuelta mediante ilusiones teóricas, más o menos formalizadas en modelos matemáticos tan crípticos como falsos. La negativa a admitir la finitud de los recursos naturales conduce inevitablemente a una cultura política y económica delirante. Como ejemplo de estos delirio valga el manifiesto de cien economistas académicos españoles proponiendo como alternativas a la “madre de todas las crisis” ; el abaratamiento del despido y el recorte de los derechos sociales. Se comporta esta gente como aquellos miserables que en pleno hundimiento del Titanic, seguían, con el agua literalmente al cuello, rebuscando entre los desolados camarotes algo que rapiñar.
Esta incapacidad voluntaria para querer y poder reconocer la realidad, está obteniendo como todo logro una fragmentación de la crisis. El caso griego es un exponente y un experimento de esta estrategia de dispersión. Después del gran festín del capitalismo atlántico y asiático, ahora resulta que los peores eran los griegos. La gran trampa ideológica es creer que lo que ocurre en Grecia, y mañana puede ocurrir en Portugal o España; es un asunto interno, un problema provocado por que allí se han hecho mal las cosas. Mientras que Grecia arde el fantasma de la UE vaga por Europa impotente y confuso. Ahora, estamos empezando a sentir las consecuencias de no haber construido política (democracia) y socialmente (derechos) Europa. Haber seguido la senda del infame Blair ha llevado a que en el peor momento, Europa (el único actor político capaz de comandar otro proceso de globalización) una de las víctimas ( un “cadáver excisito”) más de la crisis.
El problema de Grecia no es otro sino que se trata de uno de los eslabones más débil de una cadena que está gravemente tocada, Miremos sino las convulsiones en Estados Unidos que ha padecido esta misma semana, un amago de “jueves negro”, del que culpabilizan a las máquinas. O el repunte del precio de las materias primas (con el petróleo a la cabeza) en cuanto hay el más leve indicador de recuperación del crecimiento y el consumo . Grecia es el nombre del comienzo, más o menos temprano, del fin de un mundo y de una hegemonía que quizás también comenzará con el mismo nombre.
Reconocer generosamente, con altura de miras, la realidad es lo primero La sustitución del modo de extracción basado en la ilusión del crecimiento y el consumo ilimitado debe sr el punto central e ineludible en una nueva agenda política poscrisis. Toda intervención local o coyuntural ha de estar orientada hacia esa nueva agenda.
Superioridad manifiesta, la que impera en la valoración total de la crisis.
El ser humano es el mayor depredador del planeta y del universo conocido. Por consiguiente hablar de crisis económica en un mundo intencionadamente globalizado es una estupidez mayúscula. Por varias razones, los depredadores matan para comer y los depredadores humanos matan por ambición, con la diferencia de que razonan, piensan, planean y ejecutan para elaborar un mercado globalizado donde todo vale y en la elaboración han adjudicado un régimen político, llamado democracia, donde ellos nadan como pez en el agua. Se otorgan licencia para matar, abusar, destruir, manipular, mercadear, etc y han producido una bolsa inmensa de hambre, paro y polución ( como cantaba Miguel Ríos).Nos machacan con que no existe otra forma más justa de convivencia y de gobierno, que todos los experimentos han sido un desastre y por consiguiente, más allá no existe otra alternativa política, el que se salga será juzgado y tratado como un delincuente.
Ahora se rodea con frases, con pensamientos, con actitudes la crisis y ésta la padecemos solamente la clase obrera, la clase media se está hartando, la clase dominante se frota las panzas y la solidaridad, la justicia social, el reparto de la riqueza, etc brillan por su ausencia y lo que es peor, Andalucía se esconde en todos los pensamientos, actitudes, escritos, etc.
Nuestra crisis, la andaluza, es una crisis de identidad, de conciencia andaluza, de conciencia de clase, de conciencia social, de conciencia solidaria entre los andaluces, de conciencia de consumo……
Pero como el acceso a esparcir y sembrar un pensamiento andaluz de justicia, equidad, solidaridad, reparto de la riqueza, del suelo, la vivienda, el trabajo, la participación activa en las decisiones, etc la tiene copado la clase media, la burguesía, el capital y la clase dominante, nos quedamos en eso, en seguir soportando la humillación minuto a minuto la clase obrera, aborregados y aguantando las hostias que nos den hasta que el cuerpo aguante.
Los que pensamos que existe otra Andalucía, otra forma de vivir, otra forma de ser, otra forma de sentir, otra forma de comportamiento, nos queda una solución y la sabemos toda cual es; nos falta coraje y nos sobra cobardía.