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La derecha no es la alternativa.

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Una nueva amenaza se cierne en el horizonte: que el PP gobierne Andalucía y sus ciudades al dictado de los intereses de los poderosos, siembre nuestra sociedad de valores insolidarios, antiandaluces, desarrollistas y escasamente democráticos, aprovechando el desconcierto y la impotencia en la que se encuentra gran parte de la sociedad andaluza, y nos empuje hacia el pasado en vez de hacia el futuro.

 

Es precisamente ahora el momento para quebrar la lógica insana del bipartidismo ya que la política errática y demagógica del PSOE, que lanza un mensaje para hacer justamente lo contrario, ha abierto las puertas para que la derecha entre a machacar lo poco esta socialdemocracia, infectada por los valores del desarrollismo, está dejando vivo en Andalucía. Hay un vacío importante de poder que, en todo caso, se verá alimentado por las consecuencias de los recortes sociales, de la crisis política (territorial, moral y democrática) y por la amenaza de una segunda recesión en un entorno de déficit público.

 

La derecha centralista quiere ahora disfrazarse de andalucista o de ecologista y presume de defender a los trabajadores, a los funcionarios, a los autónomos y a los pensionistas (hombres y mujeres). Está ofreciendo repartir la presa con los tránsfugas declarados, que enseña como reclamos, o con los emboscados a los que utiliza como quinta columnistas contra la resistencia organizada. Quiere una sociedad destruida moralmente porque ha elegido a los corruptos y a los señoritos, voluntariamente, en las urnas. Pero llueve sobre mojado y es difícil que engañen a nadie. Su acción de gobierno se basará, todos lo sabemos, en la destrucción de lo público, en el arrasamiento de la naturaleza, en la defensa de la desigualdad y de los privilegios, en el cuestionamiento de nuestra autonomía, en el adelgazamiento de la democracia.

 

Hay mucha mas gente de lo que nadie cree que está dispuesta a defender otro camino, a emprender una nueva transición, esta vez hacia un nuevo modelo económico, social y político, como resultado de una reflexión serena sobre las causas que han originado esta situación y a impulsar una salida propia, estable, sostenible y cooperativa de la crisis.

 

Una alternativa construida sobre la evidencia de que el crecimiento ilimitado es imposible y que es necesario otro modelo económico basado en la suficiencia, la igualdad, la sosteniblidad, la eficiencia integral y el protagonismo de la sociedad; la importancia de los valores culturales andaluces construidos a base de diversidad y singularidad; la profundización en la democracia y en la oportunidad de tener poder real para construir muestro presente y futuro en cooperación con todos los territorios.

 

La bandera verde y blanca tiene que volver a representar la unidad del Pueblo andaluz contra los privilegiados, contra los centralistas, contra los desarrollistas, es decir, contra la derecha. Tiene que reprensar la alternativa nítida, con contenidos irrevocables, que, con su mensaje de paz y esperanza, ofrezca el camino hacia el futuro posible.

3 Comentarios

  1. No es una alternativa útil, ni solidaria, ni resolutiva, ni justa, ni siquiera elegante, pero entre todos la hemos colocado ahí, para ahorcarnos en nuestra misma cuerda. Es más, sus propios militantes, del psoe, del pp, de ciu, de iu, de pa, nos han humillado con su verborrea y actitudes. Seguimos callando y otorgando espacio político para que asuman el poder político de Andalucía. No hemos tenido bastante con los siglos de humillaciones a los que nos han tenido sometidos, que ahora abogamos por alternativas de poder; en nuesros pueblos y ciudades, en nuestras sierras y montes, en nuestros ríos y playas, hay huellas de sus pasos, que demuestran con claridad la actititud y actividad del poder y de como lo han ejecutado en Andalucía.
    La esperanza, el verde de nuestra bandera, está ahí, la tenemos en frente nuestra, al alcance de nuestra mano, se llama Andalucía y hay que dotarla de rebeldía contra lo miserable, lo injusto, lo vengativo, lo corrupto, etc. y dejar de una vez por todas de mirarnos en el espejo de la españa que nos ha asfixiado y olvidarnos de las transiciones, mercadeos de votos, trasiegos de compensaciones y de una vez por todas «EJECUTAR» un vínculo de unión entre los andaluces para liberarnos de esta lacra humana que nos consume.

  2. Completametne de acuerdo solo hay que ver lo qeu esta ocurriendo en Galicia, Valencia y Madrid, pero la ciudadania parece no enterarse, quiezas haya que insistir muhco en ello, y osbre todo tener claro que los representatnes del andalucismo no podemos ser ariete de la derecha como mucha veces parece.

  3. Juan Antonio Ruiz Giraldo

    … pero la derecha se va resistir, incluso la de dentro, la de dentro de nuestras oerganizaciones, y la de dentro de nosotros mismos (el egoísmo, el miedo, la impaciencia, el edonísmo…); nuestras alternativas han de ser de paz y esperanza, pero firmes, y aguardando el golpe que viene. Sin organización, claridad de ideas (fuerza idelógica), firmeza y solidez moral, no podremos afrontar este envite, ni crear esperanza en esa parte de nuestro pueblo que sabe, o intuye, o siente en lo hondo de su corazón que otro mundo, otra Andalucía ha (¡debe!) de ser posible. Gracias Rafa.

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