Concurre por segunda vez como cabeza de lista del grupo ecologista · Apuesta por una urbe más sostenible, donde la bici, en la que se mueve a todos lados, sea referencia
Sebastián Sánchez .MálagaHoy 18.05.2011.
UNA higuera centenaria reina solitaria en el centro de una pequeña plaza acotada por el Museo Picasso. Un rincón escondido del casco antiguo de la ciudad al que se accede a través de estrechos pasajes desde la calle Alcazabilla y calle Císter. Aquí acude Ángel Rodríguez, cabeza de cartel de Los Verdes en Málaga capital, muy de cuando en cuando a modo de refugio personal. Es, por decirlo de algún modo, su lugar preferido de la urbe. Asegura que es un escenario que aglutina en sí mismo la esencia de lo que su organización, con la que concurre por segunda ocasión a los comicios locales, quiere para la capital: «Representa a la perfección en un solo vistazo la Málaga peatonal, culta y verde que defendemos».
«La higuera centenaria es como un símbolo de una ciudad que en su origen estaba más volcada con la naturaleza», apostilla. Y es esa imagen la que Los Verdes quiere recuperar, añadiendo a su esencia «todas las innovaciones y la tecnología de las sostenibilidad del siglo XXI». A sus 43 años es la tercera vez que forma parte de la candidatura de la formación ecologista a las municipales, sin que en las dos citas anteriores la organización consiguiese representación alguna. Algo cuasi imposible en un foro acotado, como mucho a los tres grandes partidos y donde las voces alternativas están ausentes.
A pesar de esta realidad y de la escasez de medios de los que disponen, Rodríguez cree que esta vez sí puede haber con concejal verdaderamente verde. «La esperanza es de color verde», comenta, al tiempo que apoya sus augurios con los datos que apuntan las últimas encuestas, que le otorgan en torno al 3% de los votos en la ciudad.
Más allá de este objetivo, este alcaldable, casado y con dos hijos, aspira a algo quizá menos ambicioso pero igualmente complejo. «Nos conformamos con dar a conocer la mera existencia de una candidatura que se llama Los Verdes de Málaga, porque empezamos con un hándicap que venimos sufriendo desde hace 14 años, con la confusión creada por IU; la gente sigue pensando que somos ellos o que estamos dentro de ellos», aclara. Tratan de lograr ese fin a través de una campaña «artesanal», con un presupuesto que, confiese, «no llega a los mil euros» y que se vuelca en las redes sociales y las nuevas tecnologías. En Facebook, lejos de los 4.400 amigos que acaparan PP y PSOE, Los Verdes presumen de 420 amigos.
Asegura con orgullo que tras la lista hay un grupo de unos 40 voluntarios que actúan «con corazón» y señala que lejos de lo que pudiera pensarse no costó demasiado dar forma a un candidatura integrada por 31 nombres y por tres suplentes. «Cuando decidimos presentar una candidatura, en cuestión de una semana surgieron 31 personas, porque hay una masa crítica, una conciencia ciudadana importante en las asociaciones, en profesiones verdes», añade.
Este trabajador de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, nacido en Granada y vecino de Almería y Málaga, hace de su vida ordinaria un gesto de respeto al medio ambiente. «Coherencia, credibilidad y ética». Son las tres palabras que, a su juicio, resumen los valores de la candidatura de Los Verdes. Ángel Rodríguez va pegado a su bicicleta. No se mueve sin ella.
«Tengo coche, pero sólo lo usamos cuando hacemos viajes fuera de la provincia». Para el resto, las dos ruedas. Tiene sus ventajas: «Tras muchos años de ir en bici descubres que llegas antes a los sitios, ahorras mucho y estás más sano que la media». Su manera de entender la convivencia con el medio se exporta a su vivienda, donde las bombillas son de microled, hay un huerto ecológico en el patio, madera en lugar de aluminio, placas solares…
De su programa llama la atención su idea de reducir la jornada laboral hasta las 25 horas como media para crear más empleo y denuncia la apuesta por el cemento que vienen realizando las administraciones para los espacios públicas, «arrinconando los árboles» y pone como ejemplo a seguir en materia ambiental la ciudad alemana de Friburgo, donde Los Verdes gobiernan con mayoría absoluta desde hace años. Un oasis. Su forma de ver las cosas se resume en la frase que un día pronunció y escribió Gandhi: «La tierra no puede satisfacer la avaricia de unos pocos pero sí puede darnos de comer a todos».