Francisco Garrido. Hoy, diciembre del 2016 hay miles de masterandos , investigadores, doctorandos y doctores jóvenes , esos y esas que tienen menos de 35 años, que ha sido socializados ya en una teoría del conocimiento robotizante. Para ellos y ellas, la confusión entre ciencia y tecnología , entre tecnología y mercado y entre mercado y capital es total. Es creen, aunque no saben, que todo es, por propiedad transitiva inmanente, capital. Son los hijos e hijas de Bolonia. Filisteos que ignoran hasta que es ser filisteos. Y no digo que sean “ignorantes” en cuanto “no saber” ( tienen una magnífica preparación técnica, mucho mejor que las precedentes); no es que no sepan, es que lo mucho que saben, les oculta lo que no saben, y las conciencia de de esa ignorancia; el sentido.
Han nacido Bolonios y solo tienen oídos para la Quantofrenia del Citation Index , los factores de impacto, el índice H; son la generación JCR, no por que publican en revistas JCR, sino por que creen que todo ese trajín es la ciencia. Este modelo ha sido inoculado con tanto éxito que es invisible e insensible para la conciencia de miles de estos jóvenes, es lo que se les ha enseñado, pero no se les ha mostrado, con técnicas de adiestramiento conductual muy precisas. O publicas en el primer percentil o no existes.
Pero como decía Freud “el crimen nunca es perfecto” y al igual que Bolonia los entrenaba en en esa estupidez ilustrada de la quantofrenia académica; la realidad social y la crisis también los ha educado en el precariado. Los jóvenes Bolonios han tenido que aprender en su propias carnes (el paro , la precariedad, la inseguridad, el exilio, la frustración) y en la calle (15M) lo que la universidad le había ocultado; que todo esto no tenia nada que ver con la ciencia sino con un programa masivo de disciplina y adiestramiento de robótica social. Esta tecnología de automatización del conocimiento los convirtió en idiotas, en el sentido griego del término; que vivían en lo abstracto (lo separado sin conciencia de la separación), en una forma especialmente letal de idealismo; el ciberempirismo.
El despertar de la generación JCR del sueño dogmático del idealismo tecnológico ha sido a la vez deslumbrante, para los que observábamos desconsolados , y aterrador, para los amos del programa de adiestramiento cognitivo. La hipótesis Podemos es el producto de este choque brutal entre lo que le enseñaron y lo que aprendieron. Son una generación revolucionaria por que han accedido al sentido por medio del acontecimiento que nace del choque entre la ideología y la práctica. La sociología del cambio revolucionario nos advierte que este surge siempre cuando hay una contradicción muy fuerte entre las expectativas y la realidad. Por eso es en medio de esa contradicción cuando aparece brillante lo que Rosenweig llama “la estrella de la redención”. esa misma lusa también pude cegar por que tanto el crimen como el acontecimiento tampoco nunca son perfectos.