Francisco Garrido. La ilusión del método en las ciencias sociales consiste en creer que son las técnicas de toma decisiones, y no los intereses dominantes, lo que condicionan los resultados de la decisiones públicas. Y no es que las técnicas de toma de decisión (diseño institucional) no sean relevantes en los resultados; pero lo son en virtud de la finalidad a la que que sirven y no al contrario. Si un sistema electoral, como el norteamericano por ejemplo, margina a gran parte de la población de las elecciones públicas, esto no es debido al hecho de que el sistema este mal diseñado, que lo está, sino a que ese “mala diseño” persigue en realidad provocar la exclusión social que finalmente consigue.
Queremos resolver la desigualdad creciente e imparable con una nueva técnica de distribución: la Renta Básica Universal (RBU) o el problema de las “malas decisiones” democráticas (Trump, Brexit, Le Pen) con un cambio en las técnicas de elección( el sorteo) pero sin cuestionar la estructura desigual de distribución del poder t y las rentas. Pues en eso consiste el mecanismo de la “Ilusión” ; dar soluciones deliberadamente ficticias a problemas cuya solución no queremos o no podemos adoptar. La ilusión nos permite soñar con un tipo de cambio que no cambia nada, un cambio sin costes que proporciona una satisfacción onanista e instantánea. En muchos casos la ilusión del método es una válvula de escape a la frustración de la impotencia. La ilusión nos permite hacer algo para no hacer lo que tenemos , y no podemos, que hacer.
El diseño institucional esta en función de las intenciones e intereses, no al contario. Los problemas de diseño institución de las democracias son, en primer lugar, problemas de desigualdad y no de acierto o eficacia técnicas de los sistemas de toma decisión. Trump no es elegido por que lo sistemas electorales sean muy imperfectos; sino por que las condiciones sociales y los intereses dominantes lo favorecen.
Sin resolver los problemas de desigualdad formal y material será muy difícil, saber que puzle de instituciones pueden ser más eficientes en la coordinación cooperativa de nuestra especie, que en eso y no en otra cosa, consiste la democracia. La ilusión del método solo sirve para entretenernos peligrosamente y olvidar lo fundamental (las condiciones materiales de la existencia) y de camino erosionar en el imaginario colectivo de la izquierda algunas practicas imprescindibles, aunque no suficientes, para la democracia como las elecciones. Sólo con elecciones no hay democracia pero sin elecciones tampoco. Deslegitimar el mínimo de democracia que subsiste en el capitalismo (las elecciones) con ilusiones como el sorteo no puede sino conducir a un capitalismo en que ya no elecciones tengamos
La izquierda ha despreciado en el pasado el peso los problemas técnicos formales en la toma decisiones y lo ha pagado caro ( el estalinismo autoritario y criminal y el izquierdismo pueril e inútil)., Pero más caro pagará aún más caro en el futuro si olvida las condiciones y los intereses que gobiernan a los diseños . Propuestas como el sorteo o la RBU insertadas de forma aislada dentro de un marco como el actual donde al capitalismo de algoritmos, robotización y supremacía absoluta del capital financiero; donde los trabajares sobran y las elecciones estorban; trabajan, al modo del viejo topo de la historia, pero en la dirección contraria.