Los resultados de la subasta celebrada por el Tesoro español han provocado la subida de los intereses exigidos por los inversores para comprar deuda española. Esto ha afectado a la prima de riesgo, que se mide con el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, disparándola hasta alcanzar los 223 puntos básicos, con una rentabilidad del 5,54%, lo que supone su nivel más alto desde el pasado 10 de marzo. Sin embargo, todavía no ha llegado a su récord histórico en noviembre de 2010, cuando existía un temor al contagio irlandés.
Los analistas lo achacan a las dudas que suscita el rescate de Portugal, unido a la reestructuración de la deuda griega o la delicada situación de los bancos irlandeses. Pero también está la posibilidad de que el paro alcance los 5 millones en los datos que la EPA (Encuesta de Población Activa) publicará a final de este mes.
Según los datos facilitados por el Banco de España, el Tesoro colocó este lunes 3.509,30 millones de euros en letras a 12 meses con un interés marginal del 2,90%, frente al 2,18 de la anterior puja, y 1.149,69 millones con una rentabilidad del 3,496%, superior al 2,50% de la subasta celebrada en marzo.
El importe adjudicado se ha quedado en la parte baja de lo inicialmente estimado por el Estado, que oscilaba entre 4.500 y 5.500 millones de euros, pese a que la demanda de las entidades -más de 8.000 millones de euros- ha sido muy elevada.
España aún debe afrontar este semana otra cita con los mercados de deuda, ya que el miércoles celebra una emisión de obligaciones a diez años, a la que se añade una con carácter extraordinario con vencimiento en 2024.