Ignacio Escolar./ Que la exvicepresidenta Elena Salgado fiche por Endesa en Chile a los tres meses de salir de su despacho puede que sea legal, pero sin duda no es ético. La principal eléctrica española (o italiana) no es precisamente esa “ONG” en la que Salgado aseguró que pretendía pasar dos años “cuasisabáticos” estudiando historia tras dejar la política. Endesa, sin duda, es una de esas grandes empresas donde un alto cargo público no puede trabajar hasta que pasen dos años, según la ley de Incompatibilidades.
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