El Daltonismo es un defecto genético que consiste en la imposibilidad de distinguir los colores, siendo el caso mas frecuente entre los afectados la confusión entre el verde y el rojo.
La aparición de EQUO como proyecto pre-político de perfil ecológista y social ha generado ,en no pocos observadores una suerte de Daltonismo selectivo que tal vez no sea mas que un sintoma anticipatorio de otra patología mayor.
No deja de ser curioso que ante un discurso marcadamente progresista, contrario al modelo económico capitalista, que pretende la sostenibilidad ambiental y la equidad social ( términos repetidos hasta la saciedad en su discurso y manifiesto), se plantee desde la izquierda mas tradicional, el discurso más crítico y su presentación como un proyecto de derechas.
Tan curioso e interesante como la pretendida ignorancia hacia el proyecto por parte de la diestra política desde el mismo momento de su aparición.
Si lo segundo, puede compararse con la actitud infantil de colocarse las manos frente a los ojos para evitar observar la realidad que provoca situaciones de miedo, pensando que al no observarla deja de existir, lo primero debe interpretarse como la ceguera que los ojos del anciano sufren al velarse sus pupilas con la edad.
El Daltonismo sería, por tanto ese sintoma de detección precóz de la ceguera que están reflejando, al renegar y denostar a compañeros que si bien antes eran considerados rojos, en cuanto dan el paso hacia el nuevo proyecto, se los destiñe con la intención de despojarles del discurso progresista y de izquierdas que aportan allí donde llegan, y que sin duda matiza el proyecto verdoso precisamente con sus incorporaciones.
Y para terminar, pasando de metáforas, una exposición aún mas clara: Para muchos, venidos de entornos históricamente caracterizados por ideologías marxistas, el proyecto que presenta Uralde, significa una plataforma donde desarrollar los valores y defender las causas que en sus proyectos de origen sienten desaparecidos cuando no traicionados desde hace tiempo. Si a esto añadimos la incorporación de otras muchas personas que provienen de los movimientos sociales, el activismo y el trabajo social no instrumentalizado por los partidos políticos, podremos entender la autentica fortaleza que esta experiencia puede llegar a representar.
Al menos, hasta el momento, ya ha conseguido mas que la mayoria de las propuestas existentes en el contenedor de opciones en los ultimos años, está generando ilusión, debate, emociones y motivos a una masa social que cada vez mas quiere superar el discurso derecha-izquierda y los asuntos puramente cromaticos.
Juan Manuel Mancebo Fuertes
jmanceb@gmail.com
http://www.bobastro2.blogspot.com/
Pues me parece que el daltonismo lo tienen quienes no quieren ver lo que hay detrás del «cartón verde».
Mucho ecopacifismo, progresía, buenrollo y modernidad, y sobre todo mucha palabrería e imagen «renovada».
Pero por la experiencia, todos sabemos a qué van (a por la subvención y el sillón) y dónde acaban (PSOE).
Y mientras tanto, a dañar al único partido con reperesentación parlamentaria que tiene las cosas medio claras en este país, Izquierda Unida.
Esta gente es un cáncer para la izquierda, son la quintaesencia del oportunismo… y ojalá me equivoque.
Ciertamente el proyecto de Equo inquieta en la izquierda. Inquieta por muchos motivos. Inquieta por nuestras experiencias pasadas y comprobadas. Inquieta porque sabemos lo que fue el ejemplo de Nueva Izquierda, lo que es ahora el ejemplo de Rosa Aguilar.
Conocemos lo que ha venido pasando con la mayoría de este tipo de escisiones o de ex dirigentes de Izquierda Unida, o con estos nuevos proyectos de izquierda supuestamente innovadora. Se llama fracturar IU, beneficiar al PSOE.
Equo y López Uralde son muy respetables, pero se insertan en la realidad y en la experiencia de fracturar Izquierda Unida. Siempre es necesario reactivar, renovar la izquierda, pero en realidad lo que Equo viene a plantear como resultado final es la transformación y propia fractura de una organización de referencia como Izquierda Unida federal. Y lo que quedaría, realmente, es finalmente el PSOE.
Recomiendo este artículo de Manuel Monereo sobre la operación de Equo y las dificultades de Izquierda Unida: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=112134
La reacción de los «progresistas» cuando temen ser descubiertos con Equs de Troya
Reproduzco este párrafo del señor Mancebo:
«otras muchas personas que provienen de los movimientos sociales, el activismo y el trabajo social no instrumentalizado por los partidos políticos»
Confieso que no me fio de los «progresistas», por su constante empeño en colocar sus tesoros tarde o temprano en manos del PSOE. No prejuzguemos el proyecto Equo, pero para difundirlo mejor no nos subamos y pisemos a «la izquierda».
El daltonismo no se me indigesta tanto como cuando creo comer liebre y degusto un lindo gatito
Luminoso.
Equo, entre sus muchas virtudes esta poniendo en evidencia sin ellos buscarlo, el sectarismo de una mal llamada izquierda. Les animo a seguir. Son muy grandes.
Totalmente de acuerdo.
Precisamente, ilusión y emoción, es lo que necesita hoy, y más que nunca, nuestra sociedad.
Una sociedad huérfana de modelos, una sociedad hastiada que un modelo del siglo XIX les pretenda decir lo que hacer y decir en el siglo XXI, donde aunque no estemos faltos de problemas, éstos, sólo se asemejan a los de antaño, hoy, hay que añadir la salida verde, ya que podremos entender una sociedad más justa, sin una mejor convivencia con el entorno que nos rodea, lo que hasta ahora hemos obviado siempre en nombre de una supuesta eficiencia económica, de una mayor producción que se suponía que nos sacaría a todos de pobres, pero que el paso de los años y de los hechos, se ha demostrado la incapacidad para lograr los objetivos, demostrándonos que estamos perdiendo lo poco que nos queda, que es el derecho a vivir con salud y dignidad.
Brillante y lúcido.Magnifico artículo de «oftamología política»