Mario Ortega | El mortecino PSOE de Rubalcaba está recibiendo una inyección de ánimo. Una inyección de adrenalina que, como en otros momentos críticos, sólo puede llegar desde Andalucía.
Este finde, 23 y 24 de noviembre, sábado y domingo, dos años después del día de la victoria, española, del PP, y algo más de año y medio desde que aquí, las gentes de izquierdas aguantáramos el envite, el PSOE de Andalucía celebra en Granada su congreso extraordinario.
Parece un trámite, pero no lo es. Objetivo, consolidar el liderazgo de Susana Díaz en todos los frentes. No cabe duda, saldrá elegida secretaria general con un apoyo interno apabullante. Todo el PSOE estatal, hambriento de esperanza, vendrá a la cita.
Vendrán aquí, a Granada, desde todos los rincones de la España plural, vendrán a Andalucía.
“Bata de cola y peineta, la reina súper star,” como cantara Carlos Cano de nuestra tierra. Esta tierra que olvida a menudo la fuerza que tiene para condicionar la política de Estado. No la usamos, nuestro gobierno andaluz no la usa. Es una lástima con la que está cayendo. Menos resistencia y más ofensiva, eso es lo necesario, ante el gobierno central, ante Europa, ante el poder del capital, de los oligopolios y la gran banca.
Vendrán a Granada, digo, los y las “socialistas”, de momento lo de socialistas lo digo entre comillas, porque todavía no sabemos si han vuelto, están volviendo o como las golondrinas de Bécquer nunca volverán. Si de marketing se trata, lo usan a la perfección, ese es su problema, el de la credibilidad. Por eso están esperanzados con el nuevo liderazgo de Susana Díaz.
Pero, aunque necesitamos más que nunca la esperanza, “obras son amores y no buenas razones.” Y como verde que soy, verde que te quiero verde, ya me gustaría que “Andalucía, la fuerza que nos une”, como dice el lema del congreso del que hablamos, avanzase hacia el ecosocialismo, ya me gustaría que se apostase por fuentes de ingresos propios para reequilibrar desigualdades, la ecofiscalidad es un camino, o la fiscalidad ecosocial como me gusta llamarla. Ya me gustaría que nos conectásemos progresivamente al sol y al viento, con políticas energéticas propias. Ya me gustaría que el horizonte de nuestro modelo agrario fuese la agroecología, valor añadido y calidad, cultura y educación, y cosas así, ustedes ya saben.
Por eso espero que este nuevo liderazgo andaluz no se convierta en un trámite para volver a las andadas, que no sea un trámite y que mire más, mucho más, hacia abajo que hacia arriba, y que busque una mirada verde, morada, y roja, y blanca, sí, blanca y verde. Que no mientan la tinta en los papeles ni las palabras en el aire.
Cortésmente, mi enhorabuena anticipada. Por lo demás, ya iremos viendo.
Columna radiofónica (SER-Granada), 21-11-2013
@marioortega