Público. 22/06/2011.El biólogo Richar Dawkins, a quien han apodado el rottweiler de Darwin, sacó ayer los dientes. «La religión no tiene sitio en la evolución», aseguró el profesor emérito del New College de Oxford durante una conferencia de prensa en el Festival Starmus, que se celebra en Tenerife hasta el viernes.
Dawkins llegó para impartir una conferencia titulada Exobiología y religión y para explicar su visión de la evolución y la posibilidad de vida en otros mundos. Como en las antiguas ágoras, en esta reu-nión única de astronautas, astrónomos, biólogos y premios Nobel vale discutir todo, desde las bases biológicas del pensamiento religioso al aspec-to que tendrán los humanos tras millones de años de evolución o la posibilidad de que los primeros colonos en ciertos planetas desarrollen «largas piernas como arañas» debido a las condiciones de su nuevo hogar, como especuló Dawkins después de haber puesto en su sitio a la religión.
«La historia de la ciencia ha sido la de intentar vencer a la religión»
«La religión sólo existe como parte de la psicología humana, porque a veces estamos tentados de postular un supuesto diseño para cosas que son complicadas», dijo Dawkins,conocido por sus críticas contra el creacionismo. Y aunque reconoció que la perfección de la vida en la forma de un ala, una pierna o un ojo «pueden llevar a ver un espejismo de diseño, el único propósito de la teoría de la evolución por selección natural de Darwin es desechar que haya diseño inteligente», señaló. En su visión del mundo sólo hay una progresión hacia la complejidad basada en el ADN y la selección natural. «La historia de la ciencia ha sido la de intentar vencer a la religión paso a paso», resumió.
El gen Dios
Autor de libros como El gen egoísta o El espejismo de Dios, Dawkins ve al hombre como una «máquina de genes», pero, ¿es Dios un gen? «No creo que haya un gen que haga creer en Dios, pero sí genes que predispongan a hacerlo en el contexto adecuado», señaló. «La familia de Bach probablemente tenía genes que produjeron su habilidad musical. Pero en otro contexto, los mismos genes pueden hacer otra cosa», opinó. La mejor forma de encontrar esos genes es analizar a los gemelos idénticos, aquellos que surgen de un solo óvulo y tienen el mismo ADN. «Algu-nos trabajos ya han mostrado que estos gemelos tienden a tener las mismas orientaciones religiosas», explicó.
«Es muy improbable que obtengamos respuesta» de otras civilizaciones, dice
Por los pasillos del hotel donde se celebra Starmus resonaba también la pregunta de si estamos solos en el universo. Para Dawkins, el cosmos está infestado de vida, pero repartida en «islas». «El número de estrellas es grande, pero la islas están tan diseminadas que podría ser que nos quedemos muy solos y a la vez seamos muy numerosos», aventuró.
La jaula que impone esa soledad la explicó Albert Einstein. El científico fue el primero en demostrar que nada puede viajar más rápido que la luz (o una onda de radio) que recorre 300.000 kilómetros por segundo. Para cruzar la Vía Láctea, habría que viajar 100.000 años a esa velocidad. Dawkins señaló que los esfuerzos del hombre para intentar captar señales de radio de otras civilizaciones en proyectos como SETI «merecen mucho la pena», pero reconoció su desencanto. «Es muy improbable que obtengamos respuesta y nunca tendremos una conversación», concluyó.