Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
c) La renovación de la izquierda andaluza
La renovación de la izquierda es mucho más viable desde su unidad electoral. La unidad crea canales de diálogo, debate y comunicación que permite a las nuevas ideas su difusión y comprensión. Mientras no desalojemos a la derecha del gobierno en el Estado, estemos a la defensiva y será muy difícil que las ideas renovadas para la nueva época que ha generado la crisis se abran paso. El bipartidismo creía que tenía todas las respuestas, pero la crisis ha cambiado incluso las preguntas. Las nuevas respuestas necesitan del triunfo de la izquierda sobre la derecha y para ello es necesario la unidad electoral de la izquierda. No hay otra posibilidad. A su vez la renovación de la izquierda es la condición necesaria para una nueva hegemonía en esta encrucijada civilizatoria a la que nos está conduciendo la crisis.
La renovación de la izquierda que defendemos con tanta fuerza como la de su unidad necesitaría al menos de cinco vectores:
a) La política de izquierda tiene que ser el puente entre la sociedad y las instituciones, entre la movilización y las estructuras de poder. La izquierda tiene que estar en la calle, en los barrios, en los centros de trabajo, en las redes sociales, con la gente, ayudando y explicando con ideas muy sencillas la complejidad social. La política de izquierda es una política de compromiso social y cualquier privilegio en su ejercicio (no digamos ya cualquier corrupción) es un atentado contra los valores de la izquierda.
b) La democracia es el medio y es el fin. Para vencer a la crisis es necesario el empoderamiento de las personas y de las comunidades sociales. Necesitamos una democracia más representativa y más democracia participativa en la síntesis precisa para que la ciudadanía tenga el máximo poder frente a los poderes económicos no democráticos (y globalizados).
c) La izquierda necesita dotarse de una perspectiva de cambio democrático frente a la crisis de la globalización. El capitalismo no es un sistema eterno sino que es una construcción histórica y por lo tanto contingente. La acción política de hoy tiene que estar conectada con un proyecto de futuro post capitalista. Tan perniciosas son las teorías que no tienen en cuenta la identificación con la ciudadanía y la necesidad del apoyo social y electoral mayoritario, como las prácticas políticas que carecen de una perspectiva para avanzar con urgencia hacia una sociedad postcapitalista.
d) La política de izquierda debe interiorizar la existencia de dos factores determinante que han estado ausente de su tradición economicista: la existencia de comunidades nacionales y la interacción con la naturaleza. No hay política sin un marco nacional porque es el vehículo de la hegemonía. La clase o clases que lideren la construcción nacional lideran el conflicto social. En Andalucía es además evidente. La bandera andaluza es la bandera de las movilizaciones sociales y la española sólo la enarbolan en la calle la derecha más totalitaria. Pero no basta solo con hacerlo de forma intuitiva tal como ocurre en la actualidad. Hay que sacar las conclusiones políticas de estas manifestaciones sociales. Los símbolos andaluces sintetizan la emocionalidad de la democracia ejercida desde abajo, de las construcciones culturales emanadas desde la libertad y el anonimato, de los espacios populares al margen del control directo de los poderosos: significan comunidad y autonomía social. Por eso, la democracia también implica dotarnos de la máxima capacidad de decisión colectiva para la cooperación entre libres e iguales.
e) El segundo vector que la izquierda tiene que interiorizar es la sustentabilidad en las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. La crisis de la globalización es en primer lugar una crisis ecológica y la salida a la crisis será ecológica o no será. La plena incorporación de la lógica ecológica a las políticas de izquierda implica una transformación radical de la misma. Hasta ahora solo ha sido para la mayoría de los partidos y organizaciones una moda de lo políticamente correcto. Queremos que sea un componente básico del nuevo ADN de la izquierda.
f) La conjunción de andalucismo (o nacionalismo andaluz) y de la ecología permite un nuevo acercamiento a la realidad andaluza. Es una especie de 3D frente a las visiones planas dominantes en la izquierda del siglo pasado ya que implica la territorialización integral de los modelos sociales para la transición post capitalista: comunidad cultural, sentimentalidad colectiva, democracia cercana, soberanía sobre los recursos básicos, institucionalidad política como expresión de las singularidades sociales, gestión de proximidad de la producción, la distribución y el consumo etc.
d) Los modelos para la unidad y la renovación de la izquierda andaluza
Hay dos modelo cercanos para la unidad electoral de la izquierda: Italia y Gracia.
En Italia se ha producido la unidad electoral de la izquierda legitimada por un proceso sumamente participativo y democrático que ha elegido a los candidatos. El pasado fin de semana, 1,2 millones de militantes volvieron a hacer cola para elegir entre 800 aspirantes a candidatos a diputado. Los resultados dibujan una fuerza por fin unida y que presenta en sus listas a muchos jóvenes y mujeres.
Es un proceso que no ha tenido una repercusión en los medios acorde con su trascendencia, pero su sola existencia ha dividido a la derecha en dos bloques. Las elecciones Italianas que se celebrarán el 25 de febrero tienen una importancia decisiva no solo para Italia sino para la propia Unión Europea. La coalición de izquierda del PD abarca todo el arco ideológico desde la socialdemocracia a partidos muy renovadores como Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), cuyo portavoz, Nichhi Vendola, preside la región sureña de Apulia.
El otro modelo es Grecia con la coalición Syriza. En una coalición de la que no forma parte el PASOC y que estuvo a punto de ganar las elecciones en junio de 2012, obteniendo el segundo puesto con el 26,9% de los votos y 71 escaños frente al 29,7% de votos y 129 escaños de Nueva Democracia. En ambas hay una participación activa de un nuevo ecologismo (por ejemplo en Syriza participan los ecosocialistas) muy ligado a la transformación social, como una expresión política específica en los Estados europeos del Mediterráneo.
e) El camino en Andalucía
La crisis diferencial andaluza con los mayores niveles de paro y de pobreza de toda Europa; el ataque que hemos sufrido a las bases materiales de nuestra Autonomía (desde el robo de las Cajas de Ahorro, excepto Unicaja, y del Guadalquivir hasta la asfixia financiera) y el desequilibrio político con otros territorios del Estado, deben impulsarnos a la unidad de toda la izquierda andaluza en torno a la defensa de nuestra Autonomía. Este 28 de febrero será la cita para la unidad de la izquierda. Ojalá, por el bien de Andalucía, que no falte nadie y que consigamos que todas y todos vayamos juntos. La propuesta de Pacto por Andalucía puede ser un contenido de mínimos pero si realmente quiere ser una alternativa frente a las políticas centralista, de recortes y depredadoras de la derecha, es incompatible con que la pueda firmar el PP. En este sentido, junto con todas las organizaciones políticas y sociales, podríamos impulsar ya una coordinadora para la unidad y la renovación de la izquierda andaluza.
Nacionalismo o Federalismo? Reconocimiento de la singularidad, si la hay, que no estoy seguro, o autogobierno?.
Autogobierno federal para acercar la gestión a los cidadanos, reconocimiento de los rasgos culturales propios para sumar mestizamente, no para identificarnos como singularmente distintos al resto de ciudadanos del Estado, esa es una postura para mi más cercana a la alternativa a construir desde Andalucía y con el resto de comunidades del Estado español una Federación.
Por lo que respecta al resto del artículo de acuerdo.