LOS seres humanos necesitan estar y sentirse vivos. No es igual que te falte el aire en una situación de asfixia física, a sentir que te falta en una situación de asfixia psíquica. A Andalucía nos falta el aire. Estamos y nos sentimos asfixiados. Física y psíquicamente. Más de un millón de andaluces están en paro. Más de un millón malviven por debajo del umbral de la pobreza. Más de cuatro mil familias han perdido su casa. Más de mil empresas han quebrado. Más de ocho mil autónomos cerraron el año pasado sus negocios…Y, para colmo, el aire que respiramos está corrupto. Apesta.
Abrahm Maslow jerarquizó las necesidades humanas en una pirámide de cinco niveles. En el escalón más bajo situó la más elemental: todos necesitamos vivir. En menor medida y en cascada: sentirnos seguros, queridos por otros y queridos por uno mismo. Maslow denominó a estas cuatro primeras necesidades de déficit, porque todos sentimos su vacío. La quinta, no. La necesidad de ser. Allí donde habitan los valores superiores del ser humano. La libertad. La dignidad. La integridad. Desgraciadamente, pocos la echan en falta.
La banalización moral de la modernidad ha invertido esta pirámide de una manera miserable. Las necesidades de déficit se hipertrofiaron como desconchones a medida que crecían. Y la necesidad de ser se transformó en la necesidad de tener. Ahora falta el dinero. El sueldo no da para la gasolina, la hipoteca, la guardería, la ropa, la comida. La pirámide se desmorona como una central nuclear en Japón. Y es entonces cuando se plantea el dilema ético de ser sin tener nada o tener sin ser nadie. Andalucía siempre ha optado por la primera opción. Y lo volverá a hacer ahora. Estoy convencido.
La servidumbre del que poco tiene se convierte en libertad cuando ya no tiene nada. Hagamos uso de ella para abrir las ventanas de Andalucía. Arrojemos la maldita corrupción que nos asfixia. Que corra el aire. Basta ya de moralinas estereotipadas, de salvar a unos condenando a los otros. La misma descalificación moral y política merecen los políticos imputados no importa el color de la bandera que sostengan. Se llamen Camps, Gómez o Torrijos. Y no olvidemos a quienes orbitan a su alrededor. Desde Rafael Velasco a Manuel Chaves. Es el final de un modelo desnortado y pesebrista al que muchos han rendido pleitesía con su silencio. Y el final de la pinza hipócrita de IU y PSOE en Andalucía. Perderán las alcaldías de Sevilla y Córdoba. Eso supondrá una debacle en las autonómicas, que espero por fin se adelanten para evitar de nuevo el atraco electoral de su coincidencia con las generales. Diego Valderas tendrá que autoimponerse en la lista sevillana para salvar su posición y garantizar el parasitismo con el PSOE. ¿Qué hará entonces Sánchez Gordillo? ¿Se irá? ¿Adónde?
El agua se pudre cuando no corre y permanece estancada. Cría unos insectos llamados zapateros. Igual que la pirámide invertida, en España y Andalucía fueron los zapateros quienes la pudrieron. Ahora que se van, espero que el agua se purifique para que mis hijos puedan beberla.
¿Y si otro insecto nos rondase porque ha dejado su progenie aguardando multiplicarse? Se llama igual que el citado por Antoni Manuel, pero el ZAPATERO o chinche de las malvas, animal gregario, puede llegar al canibalismo…
http://elviejoforestal.blogspot.com/2010/01/zapatero-pyrrhocoris-apterus.html
Muy bien antonio manuel, sigue adelante con la denuncia , el análisis y la reflexión tan certera y valiente. un saludo Rafa