La llegada de Susana Díaz ha supuesto un revulsivo mediático y de moralina interna a la militancia socialista. La presidenta de la Junta de Andalucía y, desde este fin de semana, secretaria general de la federación más numerosa y con más poder institucional del PSOE es el brote verde de un proyecto político que tiene un sentido común que ya no es el sentido común de la mayoría de la ciudadanía.
Públicamente, Susana Díaz amenaza con evitar que el PSOE se haga conservador; en privado, actúa como lo hubiera hecho Manuel Chaves, José Bono, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Felipe González. “No importa si el gato es blanco o negro, lo que importa es que cace ratones”, esta frase, atribuida a Felipe González, data de los primeros años de la democracia en los que el PSOE tuvo que decidir si su socialismo democrático sería de izquierdas o neoliberal.
Susana Díaz también ha venido a cazar ratones. O lo que es lo mismo, a ganar elecciones. El problema de fondo es que cazar ratones por la derecha no sintoniza con el sentido común de una sociedad a la que la pobreza ha llamado a la puerta de familias que antes formaban parte de ese sentido común que jugaba a cazar ratones por el centro. Se ha roto el centro y, de jugar por ahí, no crecerán los brotes verdes.
En la lógica de cazar ratones se contextualiza que el discurso público de Susana Díaz sea de izquierdas y, en los interiores de San Telmo, su política sea más de lo mismo: acumulación de poder, una jugosa publicidad institucional a los grandes grupos mediáticos españoles a cambio de un sustancioso tratamiento mediático, negativa a la justicia fiscal que significaría subir impuestos a las grandes marcas comerciales en beneficio del pequeño y mediano comercio andaluz, torpedeo a las medidas más progresistas impulsadas por los socios de IU del Gobierno andaluz y sermones a la igualdad de oportunidades sin medidas económicas que financien la predicada igualdad.
Susana Díaz es un brote verde en un tiesto de otra época. Cuando el PSOE podía cazar ratones jugando en lo económico por la derecha y en lo social por la izquierda. Con los fondos europeos menguados, sin crédito, con un poder político entregado a las grandes corporaciones y con una población empobrecida, por la política económica que dio comienzo con el mismo José Luis Rodríguez Zapatero que presentará su libro en compañía de Tony Blair -padre de la Tercera Vía que ha matado a la socialdemocracia- los brotes verdes del PSOE sólo podrán crecer si acepta que el sentido común de “lo importante es cazar ratones” es parte del problema que tiene en la UVI a la socialdemocracia europea y española.
Como estrella de cine, Susana Díaz ha demostrado que tiene público, puesta en escena y un gesto teatral que levanta pasiones entre los suyos. Como líder política, Susana Díaz no ha mostrado –en caso de que lo tenga- ningún proyecto político que renuncie a cazar ratones y se sitúe en el nuevo sentido común de una sociedad empobrecida a golpe de cazadores de ratones sin escrúpulos que, con un tono público, han entonado la igualdad de oportunidades y los parabienes del Estado del Bienestar y, en otro tono privado, siguen creyendo que es posible almorzar con Emilio Botín y cenar con las víctimas de éste.