Podría resultar pretencioso construir esta primera frase del relato dado el abismo, tanto estructural como coyuntural, existente entre ambos territorios, pero la actuación de sus principales, al menos hasta ahora, partidos políticos que han gobernado dentro de sus propios espacios, por un lado y en Catalunya, la CIU de los Pujol, de los Artur Mas, los Millet, de los del 3%, y por otro, en Andalucía, con el PSOE-A de los Chávez, Griñán, Susana Díaz, los Eres, se puede intuir un paralelismo particularmente negativo entre territorios que han soportado, con sus innegables diferencias, verdaderos regímenes caciquiles, creando inmensas redes clientelares, que han estado más ocupados en el expolio de sus haciendas públicas que en el verdadero interés general de sus conciudadanos.
Con la excusa de la crisis y escudados detrás del gobierno absolutista del PP, ambos regímenes han practicado una inoperancia e inactividad en sus instituciones que han mermado continuamente la calidad de vida de sus gentes, aplicando recortes indiscriminados en la Sanidad, Educación, etc.. dentro de sus propias competencias autonómicas.
Por lado la corrupción generalizada, que campaba a sus anchas tanto en Andalucía como en Catalunya dentro de esas estructuras y que gracias a la lenta pero continúa actuación de la justicia está desapareciendo, y por otro la gobernanza, mucho más cercana a las políticas neoliberales del PP que a las verdaderas necesidades de su población, hacen que la trayectoria política de ambos partidos tengan en común la continua necesidad de escudarse detrás del gobierno central para esconder sus nefastas políticas para con sus ciudadanos.
Ademas, la personalización que hacen ambas organizaciones en sus líderes como referentes per se, sin importar su pasado o las políticas aplicadas, también ayudan a crear ese paralelismo negativo que podría resaltarse entre ambos territorios. Incluso pareciera que el PSOE-A, con Susana Díaz al frente, se arropase ahora la bandera andaluza como propia, al igual que hizo Artur Mas para no dar explicaciones sobre el pasado y presente de su partido.
Sin embargo, en Catalunya, se está creando un frente común hacia ese tipo de régimen personalizado en la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su intento de crear un espacio común real y articulado, progresista, feminista, ecologista y que, incluso planteándose un diálogo territorial sincero y fuera de dogmatismos, está consiguiendo aglutinar la masa crítica necesaria para crear un verdadero contrapeso a 40 años de Pujulismo.
En Andalucía, ahora más que nunca, sería necesario seguir con ese paralelismo pero positivo que nos enseñan desde el pueblo catalán para, dentro de nuestras propias fuerzas, crear una Marea Andaluza común que haga frente al régimen pseudo socialista, al clientelismo, al paro eterno, a la desigualdad, a la destrucción de nuestros recursos, a la pobreza coyuntural y a la negación de nuestra propia construcción nacional a la que nos ha venido sometiendo el Susanismo.
Desde el respeto al pasado conjunto vivido entre ambos pueblos, esperemos que en el futuro nos siga uniendo, al menos, una nueva forma de hacer política más ciudadana, más transparente y menos corrupta.
Vicente Algarin.