Desde Andalucía es necesario abrir un debate sobre los objetivos de la Presidencia española de la Unión Europea.
Partimos de unas premisas: los intereses de Andalucía están estrechamente unidos a la consecución de una Europa política fuerte y la convivencia de Andalucía en marcos políticos más amplios debe estar basada en unas relaciones de igualdad entre los territorios. Por ello proponemos como orientación estratégica avanzar hacia formulas federales tanto en el Estado como en la Unión Europea desde la igualdad, la solidaridad y la redistribución de la riqueza.
El Estado – nación ha quedado obsoleto aunque siga constituyendo un ámbito emotivo de identificación ciudadana. Se ha convertido en pequeño para los asuntos globales y en grande para los problemas de proximidad. Es por esto que los Estados están sometidos a un doble proceso “natural”: por un lado su transformación en estructuras multiestatales, buscando un espacio donde poder ejercer el poder real en equilibrio con el poder del mercado (relación entre espacio político y espacio económico) y, por otro, su transformación en estructuras descentralizadas, de dimensión humana, donde poder tomar decisiones participativas por representantes reconocibles por su identificación cultural con los electores (relación espacio político y espacio cultural).
Este proceso tiene como consecuencia un aumento de la complejidad organizativa institucional al mismo tiempo que una pérdida de la soberanía efectiva de la política. Proponemos, a este respecto, unos objetivos que pivotan en la idea de la preeminencia del Poder Público sobre el poder privado, la democracia progresista y el federalismo cooperativo, basado en la distribución funcional del poder para la articulación racional de los distintos ámbitos institucionales, para luchar contra la crisis, el paro y el cambio climático.
Promovemos el liderazgo de Andalucía en España y en la Unión Europea basado en unas reglas políticas igualitarias para todos los territorios, nuestro reconocimiento como sujeto político con todas sus consecuencias y una estructura política a nivel mundial que haga realidad los valores democráticos de contenido universal y de respuesta a los graves desafíos de desigualdad, conflictos y amenazas medioambientales.
Luchamos por la defensa de una Europa que no sea una fortaleza para los privilegiados, que integre un proyecto multicultural, evolucione hacia una estructura plenamente democrática, se articule con los Estados pero también con las naciones sin estado y las regiones y sea un instrumento de equilibrio internacional.
El fracaso del proyecto de Constitución Europea ha desembocado en la aprobación del Tratado de Lisboa, claramente insuficiente, que marca un grave retroceso de la Europa de los ciudadanos y refuerza la vieja Europa de los Estados. La presidencia española de la Unión Europea no debe renunciar al proyecto de una Constitución Europea, a una salida estable y sostenible de la crisis ni debe conformarse con el fracaso de la cumbre de Copenhague; por lo tanto debe estar centrada en tres grandes objetivos:
a) La democratización de la Unión.
b) La búsqueda de una salida estable y sostenible de la crisis y, especialmente, la creación de empleo.
c) La lucha contra el cambio climático.
A tal efecto defendemos el siguiente decálogo:
1. No renunciar al proyecto de CONSTITUCIÓN EUROPEA, refrendada por los ciudadanos, con mecanismos de decisión ágiles, con derechos y libertades vinculantes, con representación política de las naciones culturales y regiones y con competencias claras sobre política exterior y defensa, políticas de demanda, cohesión interior y mercado único.
2. Creación de un Servicio Europeo Público de Empleo.
3. Creación de un fondo especial para la reconversión de las estructuras económicas para aquellas regiones con una tasa de paro superior al 20%.
4. Liderar la lucha contra el cambio climático mediante la convocatoria de una nueva cumbre mundial por el clima
5. Devaluación del Euro frente al Dólar y el Yuen, para mejorar la competitividad europea.
6. Mantenimiento del interés legal del dinero en el 1%.
7. Creación de una tasa europea sobre las operaciones especulativas financieras (tasa Tobin) para financiar la Renta Social Básica Europea.
8. Creación de la Renta Social Básica Europea.
9. Reforma estructural de la Política Agrícola Común (PAC).
10. Impulso de la Unión del Mediterráneo.
Un buen jacobino, que ha evolucionado aprendiendo de la historia , apoyaría la unidad europea como espacio político de superacion de los Estados nación obsoletos. Europa debe ser el primer laboratorio de una democracia y de un Estado de Derecho mundial. Por eso es imprescindible que la ciudadania europea este desposeida de cualquier intento de etnicidad blanca occidenal, o cristia y se ara dede «Algeciras a Estambul» a la pluralidad y diversidad. Magnífico artículio
Estoy de acuerdo con Rafa. Confundir los espacios políticos articulados mediante tratados (Europa), Constituciones (España) o Estatutos (Andalucía) con las políticas públicas que ejercen quienes los gobiernan no es adecuado.
Estructurar espacios políticos democráticos es una necesidad para la convivencia, la cuestión no creo que sea si son Estado o no, la cuestión es si se puede decidir desde el teritorio sobre las cuestiones que afectan a las gentes que viven en el territorio.
Desde luego Andalucía decide muy poco desde el poder del Estado dada la actual configuración del congreso.
Otro problema son las leyes que hacen los poderes votados, pero eso también es un problema de responsabilidad social/política de cada persona, votar no es inocuo, Italia lo está demostrando ahora.
Si queremos otras leyes y mas democracia no hay mas remedio que participar activamente en la política, y hay muchas formas de hacerlo, pero todas requieren compromiso público, todas requieren manifestarse a cuerpo ante la sociedad y ante el poder. Plataformas, sindicatos, asociaciones, partidos,…
La Política con mayúsculas es una actitud social que se realiza en la plaza pública.
Que andalucía es el pueblo andaluz y el territorio que ocupa, yo no lo pongo en duda, que ese pueblo afirma ser Nación, pues estupendo. Pero deberá significar poder de decisión (soberanía) aunque esté regulada por el principio de subsidiaridad y tenga que tener en cuenta marcos políticos donde intervengan otros pueblos soberanos.
¿Es industria lo único que necesita Andalucía, o un modelo productivo ecológico no especulativo? En Andalucía nunca se ha demantelado industria masivamente porque nunca ha sido un territorio industrializado. Se han dañado estructuras productivas de proximidad (industria local, comercio local, modelo agrario local) con los males añadidos de la destrucción del territorio por el modelo turístico de las grandes cadenas hotelras y por el sector de la contrucción en poder de la gran banca (que por cierto no tiene ni nación ni patria, solo tiene porpietarios).
En cuanto al decálogo, de acuerdo al 100%, aunque añadiría una reforma en la fiscalidad con objetivos sociales y ambientales, y la creación de una Banca Pública Andaluza.
Por mas que le doy vuelta no consigo ver la relación entre la afirmación de que el «Estado – nación ha quedado obsoleto aunque siga constituyendo un ámbito emotivo de identificación cidadana» y la duda sobre si esa frase implica que Andalucía no sea una Nación. Claro que considero que Andalucía es una nación.
En segundo lugar, el desmantelamiento del tejido industrial de Andalucía (y sobre todo el desapoderamiento económico de Andalucía)tiene, desde mi punto de vista, como causas principales: en primer lugar, precisamente, la globalización capitalista liderada por las multinacionales y en segundo lugar la política realizada desde la UE, España y la propia Andalucía. Pero por lo mismo que por no estar de acuerdo con la política que ha realizado la junta no impugno a Andalucía como ámbito político, tampoco niego a la UE como ámbito político aunque esté en desacuerdo con su práctica política. Europa es un espacio estructural de articulación política desde el que se puede contrarrestar el poder efectivo de que ejerce el entramado finaciero, industrial y mediático global y por lo tanto supone objetivamente una enorme ventaja para Andalucía y para España.
Cuando dice :»El Estado – nación ha quedado obsoleto aunque siga constituyendo un ámbito emotivo de identificación ciudadana.» quiere decir que no cree que Andalucía sea una nación?.
Que ha hecho Europa por Andalucía? Solo dar subvenciones para que desmantelemos la poca industria que tenemos-teniamos.
No se porque este articulo esta clasificado en Andalucismo, deberia estar en globalizacion.
Excelente documento de reflexión y de propuestas. Lo he subido al blog cordobés callejadelasflores, y al mío, opinión+propuesta.