Máximo riesgo de catástrofe nuclear en Japón.

La alarma de un desastre nuclear sigue creciendo en torno a la planta de Fukushima, afectada en sus seis reactores tras el terremoto y posterior tsunami que devastó el país el pasado viernes. Las informaciones que se está recibiendo confirman que la crisis nuclear de Japón está fuera de control. Los trabajadores de la central de Fukushima se han tenido que retirar temporalmente de la planta debido a los altos niveles de radiación.

La Agencia Nuclear Francesa ha elevado el nivel de gravedad a seis dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que va de uno a siete. El accidente de Chernóbil (Ucrania) fue catalogado con el nivel siete y el de la central de Three Mile Island (en Harrisburg, EEUU), registrado en 1979, alcanzó el nivel cinco.

El emperador Akihito ha pedido calma desde Miami:, en una intervención extraordinaria, y ha admitido que la situación actual en Fukushima es «impredecible». Bruselas ha descrito la situación como «apocalíptica».

El ejército japonés se desplaza a la central para refrigerar con agua, por aire y por tierra, por la cadena de accidentes que ha sufrido esta madrugada la central nuclear y ante la imposibilidad de los ingenieros de reducir el sobrecalentamiento mediante refrigeración en cuatro o cinco reactores de esta instalación. Mientras tanto, los índices de radiación siguen aumentando en los alrededores de Fukushima, donde se han evacuado a más de 200.000 personas

Situación actual de los seis reactores:

Reactor número 1

El ministro portavoz, Yukio Edano, ha confirmado hace unas horas que la vasija de este reactor está dañada. Han quedado dañadas las barras de combustible atómico en un 70% lo que hacen temer la fusión parcial del núcleo del reactor y, por tanto, nuevas emisiones de partículas radiactivas a la atmósfera.

Reactor número 2

Emiten radiaciones el 33% en las varas de combustible. La temperatura se ha estabilizado y la presión ha disminuido. A pesar de ello, se mantiene el riesgo de fusión parcial.

Reactor número 3

Esta madrugada el reactor número tres ha sufrido una explosión. Las autoridades han atribuido esta deflagración a un «escape de vapor» puesto que está central funciona generando electricidad en base a la ebullición del agua.

Parte de la estructura que protege al reactor puede haber quedado dañada y estar emitiendo un alto nivel de radiación, De este reactor salieron esta mañana columnas de humo blanco, que, según Edano, es vapor procedente de la piscina donde se almacenan barras de combustible atómico ya utilizadas. El ministro portavoz ha confirmado que la vasija está dañada.

La principal prioridad ahora es estabilizar este reactor que en vez de uranio tiene plutonio, mucho más peligroso para la salud.

Reactor número 4

Ha habido un nuevo incendio en el reactor 4 que ha causado daños en la estructura del edificio. La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) publicó hoy una imagen donde se aprecia una gran porción de la pared exterior caída. En el cuarto piso hay un agujero de ocho metros de diámetro y se puede ver el interior a través del boquete, causado ayer por otro fuego.

TEPCO ve extremadamente difícil lanzar agua desde helicópteros para refrigerar la piscina en la que se almacenan las barras de combustible nuclear ya gastadas. Si finalmente resulta imposible refrigerar la instalación, las barras podrían emitir hidrógeno o fundirse. La compañía admite que el lunes por la mañana la temperatura de la piscina era de 84 grados Celsius, más del doble de los niveles normales. Desde entonces no se han podido realizar nuevas mediciones debido a fallos técnicos.

Reactor número 5 y 6.

Continúa bajando el nivel del agua en el reactor 5, apagado al igual que el 6, pero en el que también hay problemas. Los trabajos para enfriar los reactores se han paralizado temporalmente. Un helicóptero sobrevuela a estas horas Fukushima.

Fallo en el sistema informático para detectar la propagación radiactiva.

El sistema informático utilizado para medir la propagación de la radiactividad en torno a la central nuclear ha dejado de funcionar este miércoles, ha informado la Agencia de Seguridad Nuclear nipona, que no se atreve a aventurar cuándo volverá a estar operativo el equipo. La agencia no cuenta con que el sistema vuelva a funcionar al cien por cien, puesto que muchos de los puntos de medición no funcionan por culpa de los cortes de energía. El sistema SPEEDI predice el patrón de propagación de las sustancias radiactivas en caso de fuga. Para ello se basa en mediciones realizadas en varias localizaciones, en los vientos y en otras condiciones meteorológicas. Estas estimaciones son las utilizadas por la agencia y el Ministerio de Industria para redactar los planes de evacuación de residentes. Todos las personas situadas en un radio de 30 kilómetros de la central han sido ya evacuadas por temor a la radiación, al tiempo que se ha suspendido el suministro eléctrico.