Memoria histórica andaluza

Hace muchos años leí  “Las Cabañuelas de Agosto”, de Antonio Burgos, en el que este autor narra el asesinato de Blas Infante en aquel sangriento mes de Agosto del 36. Me ha recordado este libro los homenajes que en este mes se han realizado tanto a Blas Infante como a Lorca también asesinado en el sangriento agosto del 36.

Aquel agosto fue sin duda un mes terrible cientos de andaluces fueron
asesinados, el golpe de estado triunfó en cuatro de las provincias
andaluzas y en Granada en su capital y parte de la Vega, mientras que
Huelva caería en el mes siguiente. El general Mola había difundido de
forma clara las ordenes represión brutal contra todo el que se oponga
la golpe para crear un ambiente de miedo, para evitar posibles
levantamientos en la retaguardia y conseguir una rápida victoria,
después Franco pretendió una cosa algo distinta, una guerra larga para
eliminar a lo que consideraba los enemigos de España, rojos, masones y
separatistas.

En este contexto se desarrollaron las muertes de Blas Infante, Lorca,
y muchos miembros de los partidos del Frente Popular o simplemente
liberales.

Hoy en nuestra época se debate sobre la conveniencia o no de recordar
a las victimas del fascismo, como si el recuerdo a las victimas no
estuviera vivo entre ellas o sus familias, recordatorio y
reivindicación como la realizada a Blas Infante en el acto del antiguo
cine Jáuregui. Reivindicación que pide para Infante lo que las
distintas asociaciones de la Memoria Histórica piden para las victimas
del franquismo, que sus asesinatos no sean olvidados, que las
sentencias derivadas de juicios ilegítimos sean eliminadas y que se
confirme la inocencia de miles de andaluces que no cometieron ningún
crimen para ser condenado, a muerte o a largos años de cárcel.

Desde hace un tiempo investigo sobre la represión franquista, y me ha
permitido tener contactos con victimas y descendientes de victimas del
franquismo y lo que más me ha llamado la atención es la gran dignidad
de estas personas, que en ningún momento quiere  venganza contra los
verdugos o sus descendientes, simplemente quiere lo que la sociedad
debe a sus familiares, el reconociendo de victima de un régimen brutal
y genocida.

Por ello me sorprende la burda utilización política que se hace de
forma indigna con las victimas del franquismo, tanto desde una
izquierda que no ha sido capaz de reivindicar a estas victimas como e
merecen, y desde una derecha que realiza actos para la galería como el
homenaje a Blas Infante pero después es incapaz de reconocer a todas
las victimas y son capaces de mantener monumentos fascistas a la vez
que quita la placa en recuerdo a los fusilados en su cementerio  como
ocurre en Granada.

Desde mi posicionamiento andalucista creo que esta debe ser una de
nuestras banderas, una de nuestras reivindicaciones,  por que el
fascismo persiguió  duramente al nacionalismo andaluz, y nuestros son
las victimas del fascismo que en las Cabañuelas de Agosto
ensangrentaron nuestra Andalucía para mantener los privilegios de los
terratenientes y señoríos como el Don Guido de Machado y Burgos.

Artículo enviado a Paralelo 36 por Juan Luís Blanco Cuenca