EditorialP36.17/12/2010.
“Outlook for Spanish Banks Remains Negative”, este es el titular que encabeza el comunicado de la agencia de calificación Moodys publicado en su página web. Por el contrario en muchos medios de comunicación, especialmente en los madrileños, se ha difundido que la agencia rebaja la calificación de la deuda española por culpa principalmente del sistema descentralizado de comunidades autónomas. Nada más lejos de la realidad, lo que preocupa fundamentalmente a Moodys es la situación de la banca española y del consiguiente endeudamiento público .Moodys cree que la banca española va a necesitar 90000 millones de euros de recapitalización (más del 8% del PIB español). Y de quién no se fía realmente es de una de las instituciones más centralizadas del estado español: el Banco de España. Moodys piensa que los test y evaluaciones del Banco de España son falsos y esconden unas necesidades de recapitalización muy superiores a los 15000 millones que estima la autoridad monetaria española
La desconfianza sobre la deuda de las comunidades autónomas, que Moodys expresa no tienen nada que ver con la estructura descentralizada sino con el endeudamientos de estas l, dentro del programa neoliberal de reducción de déficit público. Pero el endeudamiento de las CCAA proviene del gastos social, no de que haya supuestamente más cargos o más coches oficiales que en la administración central (aquello de “ diecisiete parlamentos, diecisiete gobiernos..”). No hay que olvidar que más del 80% de los presupuestos de las CCAA van destinados a sanidad, educación y servicios públicos básicos. Y es ahí donde Moddys dirige sus dardos cuando habla del gasto de las comunidades autónomas . Pero, por ejemplo, el sistema descentralizado de salud español ha conseguido ser uno de que menos gasto en sanidad y en medicamentos de la OCDE y que sin embargo obtiene mejores resultados en salud pública (cuarto país del mundo en esperanza de vida). Por tanto el problema que Moodys apunta no tiene nada que ver con los gastos de duplicación de funciones (que cuando existen son debidos a que el estado central no ha soltado lastre anteriores) o de protocolo; sino con un tipo de gasto que de ser gestionado por el estado central sería aún más costosos e ineficiente.
Pero además, según la previsión de Moodys, la deuda de las CCAA es el menor de las tres grandes fuentes de endeudamiento de España En el informe de Moddys la previsión de capitalización de las comunidades autónomas es la más baja con 30.000 millones. La banca multiplica por tres esas necesidades de capitalización elevándose a 90.000 millones de euros, a pesar de que las CCAA sostienen, como hemos dicho, gran parte del gasto social español. Moddys estima que las posible demanda de capitalización del Estado español serán de 170.000 millones de euros. (casi seis veces la demanda de las comunidades autónomas) .
¿ De dónde sacan pues que Moddys rebaja la calificación a España por la ineficiencia y el gasto publico que supuestamente comporta la descentralización?. Pues del mismo lugar de donde sacan que el Barómetro del CIS afirma que la mayoría de los españoles apoyan rebajar el poder y las competencias de las comunidades autónomas; cuando en la pregunta 31 (que es la que explícita y directamente alude al tema) un 67% afirma estar de acuerdo con el actual estado de las autonomías o en avanzar aun más en la descentralización..El programa de mentira falsedades y distorsiones de la derecha ha elegido a las comunidades autónomas como víctima propiciatoria. Esta elección no es arbitraria y responde al resurgir del centralismo como alternativa regeneracionista y autoritaria de la crisis política y social que vivimos. Aprovechan cualquier dato negativo ( el informe PISA, las calificaron de la deuda, los datos de la EPA) para culpabilizar a la autonomismo de esta situación. Por eso es necesario desenmascarar los trucos retóricos de este programa de intoxicación neocentralista que se avecina en el horizonte de la crisis. El informe de Moodys es un ataque brutal contra el estado del bienestar y los derechos sociales cargado de falacias y de profecías autocumplidas que debe ser rechazado pero no dice aquello que el sediciente españolismo vocifera.