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Ni las centrales nucleares españolas ni El Cabril soportarían un seí­smo cientos de miles de veces menos potente que el ocurrido en Japón.

antinucleares

 

José Larios Martón.

Las centrales nucleares españolas están diseñadas para soportar seísmos de entre 5 y 6 de la escala Richter, es decir cerca de 200.000 veces menos potentes que el ocurrido en Japón, en el mejor de los casos.
 Las centrales de nuestro paí­s y el Cementerio Nuclear de El Cabril están construidas siguiendo una base de diseño en términos de aceleración máxima horizontal que oscila entre los 0,07 para Zorita, ya en desuso , los 0,10g para las centrales Garoña y Almaraz y los 0,24 de El Cabril. Es difí­cil establecer correspondencias con las escalas habitualmente utilizadas  de Mercalli y Richter pero, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, estarí­a en el rango de los niveles VI y VII de la escala Mercalli y 5 a 6 de la escala Richter, por tanto cientos de miles de veces por debajo del seÃísmo registrado en Japón.
Si bien la sismicidad de la península dista de ser la de Japón, las diferencias tan abismales recomendarí­an el cierre ordenado de las mismas en aras de evitar riesgos para la población.
Para hacer frente al riesgo sísmico  de las centrales españolas han seguido una tecnología de bajo coste, según reconoce el propio Consejo de Seguridad Nuclear. 
Cuando llega, el terremoto no se puede detener y tan sólo cabe confiar en que la instalación soporte las tensiones y cargas, y permita disipar su energía. Eso se consigue mediante un diseño suficientemente robusto o con una estructura flotante construida con aisladores de base del suelo. Pero como esta última estrategia resulta demasiado costosa, se ha optado por robustecer el diseño y la estructura de las centrales mediante muros de hormigón reforzado con armaduras densas, metales más gruesos, uniones más flexibles, tuberías en curvas y elementos de contención.
Pablo Francescutti en el número 1 de la revista Alfa, Revista de seguridad nuclear y protección radiológica, del Consejo de Seguridad Nuclear, primer trimestre de 2008.
Los hechos que se están sucediendo en Japón en la central de Fukushima tiran por tierra el mantra de la industria nuclear » las centrales nucleares son seguras».
Pero no solo eso, en el año 2009, el Instituto Tecnológico  de Massachusetts, MIT, institución pronuclear, reconocí­a, en una actualización de un profundo estudio realizado en 2003 sobre las posibilidades y condiciones que harían de las centrales nucleares una opción viable para actuar contra el cambio climático, que las  centrales nucleares no servirían pues llegan tarde, para mitigar el Calentamiento Global poniendo a las claras que el mantra «la energía nuclear es una alternativa para frenar el cambio climático» es falso. La tozuda realidad evidenciada en la construcción de la central finlandesa de Olikuoto pone en evidencia que el mantra de la «energía barata»  también es falso.
Por último, al igual que posteriormente al accidente de Chernobil, los gobiernos se apremian a repetir otro mantra «un accidente como este es imposible en nuestras centrales» y en este caso es una verdad que encierra, tras el lenguaje, una mentira: es verdad que un accidente idéntico no ocurrirá¡, lo que no impide que sea similar, más o igual de grave o que lo que falle tenga otro origen, en otra parte de la instalación, en centrales de diferente tecnología.
Porque las centrales nucleares son trampas mortales similares a las que aparecen en las películas de Indiana Jones en las que los dueños de las centrales, como Indiana, siempre se salvan y se llevan el botín, pero el templo, la central queda totalmente destruida.
En algunos aspectos el símil no es totalmente válido porque las personas y el resto de seres del entorno en un perímetro muy amplio bien pierden la vida o son sometidos a sufrimientos.
Por otro lado solo cabe expresar la condolencias por la pérdida de vidas humanas y la solidaridad con el pueblo japonés.

http://calentamientoglobalclima.org

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