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PARA VALORAR LA UNIÓN EUROPEA NECESITAMOS UNA PERSPECTIVA GLOBAL

Rafa Rodríguez

A) El contexto general

Para analizar y proponer una perspectiva de avance en la Unión Europea lo primero que necesitamos es una perspectiva global. El contexto general en el que vivimos hoy es tremendamente especial ya que presenta unas características completamente distintas a cualquier otra época.

Vivimos la época de la globalización y más exactamente la época de la crisis de la globalización.

La globalización y su crisis han provocado:

  1. La destrucción ecológica del Planeta,
  2. un endeudamiento masivo de Estados, empresas y familias,
  3. la destrucción de las relaciones laborales,
  4. el crecimiento de la desigualdad y el ataque a los servicios públicos,
  5. una ralentización del crecimiento,
  6. el deterioro de la democracia por la crisis del estado – nación ya que los problemas estructurales que ha generado la globalización y su crisis están en una escala más amplia que las de su ámbito de soberanía.
  7. El resurgimiento de movimientos políticos de corte totalitario y neofascista que abarcan un amplio espectro que va desde la propia presidencia de EE.UU., pasando por los gobiernos de Israel, China, Rusia, Brasil, Filipinas, Turquía, Arabia Saudí, Irán, etc. hasta el terrorismo yihadista que, a pesar de la derrota del Isis en Siria, está sembrando el terror en todo el planeta como ha sucedido en los sangrientos atentados de Indonesia y Sri Lanka.

La opción mayoritaria de las élites económicas globales ha sido eludir cualquier reforma estructural del sistema, aunque ello signifique un deterioro ecológico, social y político sin precedentes. Han optado por atrincherarse en sus posiciones de poder, apostando por un neoliberalismo autoritario, lo que es incompatible con el mantenimiento de la democracia, porque están dispuesta a prescindir políticamente de la mayoría de la humanidad (desprecio a la democracia, blindaje frente a la desigualdad y negación del cambio climático) para mantener sus estructuras de poder. Las élites globales dominantes al no articular ninguna salida reformista han dejado al planeta a meced de los mayores riesgos a la que jamás se ha enfrentado la humanidad.

Por ello, en el centro de toda política progresista que defienda los intereses y necesidades de la inmensa mayoría de la población, debe estar la perspectiva de una nueva gobernanza pública mundial.

B) El vértice del sistema: el dólar

Uno de los elementos más complejo para entender el capitalismo es la relación entre el sistema económico y los Estados. Esta relación tenía como como marco básico el ámbito estatal. la globalización cambia este marco: la mayor parte de la actividad económica sigue teniendo una dimensión estatal o local, pero su núcleo, el que marca los ritmos y orientaciones de la gran inversión y tiene capacidad para influir sobre los mercados, adquiere una dimensión global, lo que implica que funciona como una unidad en un ámbito que abarca todo el planeta, a través de nuevos sistemas de información y redes de transporte.

En la globalización la interacción básica entre el subsistema económico privado y el público se produce en el vértice del sistema, entre el gobierno de EEUU y Wall Street sobre la base del dólar como una moneda 100% fiduciaria, lo que permite una capacidad de emisión ilimitada para sufragar el gasto militar cuyos avances tecnológicos transfiere a sus empresas multinacionales, en un círculo de ventaja ya que el poder militar, económico y tecnológico son a su vez el verdadero sustento del dólar.

C) Hacia una nueva gobernanza mundial

La primera condición para un nuevo sistema de gobernanza mundial es lograr un equilibrio monetario frente a la hegemonía del dólar para avanzar hacia un “pluralismo monetario” global. Por eso es tan importante el proyecto europeo y en particular el euro, porque supone un avance en la escala del poder público frente a los poderes económicos globales al pasar de un ámbito estatal a un ámbito continental y porque supone un contrapeso al monopolio del dólar como moneda reserva internacional.

La construcción del proyecto europeo es una tarea enorme que está surcada de avances y retrocesos. En particular tras la crisis de la globalización ha experimentado un gran deterioro, por las consecuencias de la propia crisis y por la orientación neoliberal por la que han optado los Estados miembros que ha aplicado políticas de austeridad en cumplimiento de los dogmas neoliberales.

 

(*) Imagen del pintor Albert Ràfols-Casamada (serie de artistas plásticos europeos contemporáneos)

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