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Podemos y la maldición del aparato

Francisco Garrido.Pienso que los errores que Podemos está cometiendo en las últimas semanas no vienen de un cambio en el análisis de la situación sino de un giro en la mirada. Podemos nació para mirar hacia fuera, y ahora está mirando hacia dentro , y ahí se equivoca, siempre se equivoca.

Podemos era menos que nada, era  un impulso, una apuesta , una hipótesis. Ahí residía gran parte de su atractivo y  de su mérito; en no ser casi nada y poder   mirar libremente a la realidad de las gentes y de las cosas, sin las anteojeras de los políticos profesionales.Ahora Podemos ya es algo  y está muy  bien que así lo sea. Pero este éxito de haber obtenido decenas de diputados y concejales, es también en este momentos parte de su problema.   El aparato de Podemos ya genera más ruido que información. Los intereses propios del partido empiezan a pesar casi tanto como los intereses colectivos; el adentro comienzan a nublar al afuera.

Es el mismo aparato que designó a Willy Meller cabeza de las elecciones europeas frustrando así el liderazgo de IU del movimiento de contestación social de la crisis; el que quiere hundir a Pedro Sánchez y que gobierne Rajoy; o el que ahora se empeña en Podemos en convertir   cada posición política en una toma de posición interna organizativa de apoyo a Pablo o a Iñigo. Ojo, no estoy hablando de personas de tal modo que si otros estuvieran en el aparato actuarían de otra forma, no; hablo de conductas institucionales automáticas.  Y esto no se resuelve sólo haciendo más democrático al aparato (la organización), sino que más bien se agrava, pues el mismo proceso democrático consume una cantidad de recursos internos que hace imposible que estos sean destinados para lo importante, lo de afuera.

Lo trágico  de esta coyuntura reside en el hecho de los  “aparato” son una consecuencia inevitable del éxito de las organizaciones, y por tanto, cualquier hipótesis que presuponga su desaparición conlleva también la destrucción de la organización. Es pues un coste que hay que pagar ¿pero cuál es el precio que razonablemente podemos pagar sin que el coste iguale o supere al beneficio?

Dicho en otros términos: los costes del aparato suponen una expresión muy aproximada de la entropía (desorden/ruido) que genera una organización para reducir la entropía del entorno social sobre el que tarta de intervenir .   Las instituciones reducen la complejidad del entorno social ( el afuera) aumentando la complejidad de la misma institución ( el adentro); la reducción de la entropía del entorno social  requiere pues  del aumento de la entropía del partido ( adentro). Las organizaciones con una conexión muy baja con el entorno social ( las pequeñas organizaciones izquierdistas, por ejemplo) pueden aspirar con poco esfuerzo a subsistir con bajos niveles de entropía y ruido.  Pero en cuanto una organización funciona y se vincula efectivamente con el entorno, la entropía interna ineludiblemente crece.

Así tal el reto consiste en gestionar y controlar la entropía interna y no en elucubrar con el horizonte de una organizaron sin entropía ( sin aparato); o sea, dejar a un lado el mito anarquistas o espontaneistas del que Podemos ha estado muy influenciado por la vía del 15M. Apuntaré tres condiciones que pueden favorecer  una gestión eficiente de reducción de la entreoía interna, o lo que es igual; un precio razonable que nos podemos permitir pagar por el ineludible aparato.

  1. Reconocer el problema y su naturaleza. La primera condición es el reconocimiento del carácter consustancial de la entropía interna. La mejor manera de que la entropía lo invada todo es negar que existe.
  2. Externalizar la organización.  El saneamiento permanente de los canales de comunicación y acción hacia el afuera del entorno social (un partido más de electores que de militantes)
  3. Sustituir ruido por información, entropía  por diseño. La sustitución de ruido (interno) por información a través de diseños institucionales inteligente y eficientes con dispositivos que estimulen el debate y la acción política frente a la acción instrumental (minimalismo organizativo, TIC, cultura cooperativa rotatividad, sorteo, etc).

 

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