A los científicos sociales lo hemos visto siempre en política como asesores, consejeros áuricos, pero nunca, en España al menos, como protagonistas; hasta que llegó Podemos Casi nada se ha reparado en el hecho de que por vez primera vez una fuerza política en España es el producto de un diseño de transformación social proveniente directamente esde profesionales y académicos de las ciencias sociales.
El “directorio” (en el sentido republicano) original de Podemos esta compuesto por politólogos, sociólogos, comunicólogos que desde su arsenal teórico y su experiencia empírica han puesto en marcha , desde hace algunos años , una estrategia de intervención ( no sólo comunicación) social con orientación política. Se la han ofrecido a otros ( movimientos, partidos como IU) para que la lideren y la protagonicen y ni caso. Al final y por descarte son ellos los que han tenido que asumir la responsabilidad y el protagonismo. Y el éxito de esta asunción indeseada es lo único que no habían previsto. Tal vez es que el liderazgo sano sea aquel que no se desea.
Por supuesto que Podemos no es al invención feliz de cuatro académicos brillante. Podemos nace sobre una base social , una crisis política y sistémica y unas experiencias sociales innovadoras como el 15m, las mareas o el 22 M, sin las cuales la inteligencia del directorio seria meramente retórica. Podemos es mucho más y fundamentalmente ; va a ser mucho más aún en el futuro. Pero hasta en esa función vicaria de comadrona del cambio ( mayéutica en términos clásicos) del “directorio” hay un huella del proceder de las ciencias sociales . Los científicos y las científicas sociales no crean ni se inventan la realidad social ayudan, por medio de instrumentos cognitivos, a que la realidad sea visible, a que la realidad sea real ante al conciencia de millones de personas. La reapropiación semántica ( la casta , el pueblo, la democracia) o la movilización emocional ( el populismo) son instrumentos cognitivos y conductuales altamente efectivo puestos a disposición de la gentes y no de las elites , ni de la oligarquía como hace el marketing. Podemos , en sete sentido, algo así como un paquete de “software libre” para la computación política.
Tony Domenech hace ya tiempo y en un excelente artículo denominado “ocho desideratas metodológicas en las teoría sociales normativas” identificaba “el equilibrio reflexivo” propuesto por J. Rawls como una de las propiedades que debe satisfacer toda teoría social normativa para que este metodológicamente bien asentada. Pues bien el despliegue político de Podemos esta siendo ya un enorme experimento de equilibrio reflexivo que garantiza metodológicamente que lo que en origen fue la propuesta de un directorio , hoy debe ser la obra de millones de personas en pie de igualdad. Podemos pone a disposición de la gente instrumentos que son muy a menudo usados para su desempoderamiento. La movilización de loas emociones y lo sentimientos colectivos, los medios de comunicación ,las redes sociales.
Podemos empodera. Y empodera en un momento en que bajo el paraguas de la doctrina shock, el precariado y la intermitencia todo esta pensado para lo contrario; meter el miedo y la inseguridad hasta en los huesos. Por eso ilusiona con tanta fuerza. Podemos no es populista usa el populismo, no es rigorista usa el rigorismo moral, no es espectacular usa el espectáculo como Hamlet uso la falsedad de la ficción teatral para desvelar la verdad del crimen del padre. Pero todo esto no es producto de ninguna intuición genial, ni de dogmas ideológicos Enrico Belinguer ya lo advirtió con motivo de las movilizaciones estudiantiles del otoño cardo italiano del 77-78: el desempleo académico, a diferencia del obrero, crea ideología como mucha prontitud. Desde el 15M a podemos son ejemplos de esa fertilidad ideológica. Este gobierno le ha declarado la guerra a la ciencia y al conocimiento (mas de 400.000 jóvenes) , a la educación pública y a la investigación; este gobierno había tener una respuesta científica. Quien sabe si Podemos no es sino la venganza , servida en plato frió , y ejecutada por mano interfecta; de la universidad pública española sobre sus enemigos , que son los mismos que los enemigos de la de la democracia.