Mario Ortega
“La escritura –exhorta- socava, debilita las primordiales fuerzas y artes de la memoria, madre de las musas. Implica una fingida autoridad al impedir el cuestionamiento y la autocorrección inmediatos. Reivindica una falsa monumentalidad. Solo los intercambios orales, la licencia para interrumpir, como en la dialéctica, pueden avivar la indagación intelectual encaminada al discernimiento responsable, un discernimiento que es adecuado para la discrepancia.” George Steiner en La poesía del pensamiento.
Uno comienza con una buena cita, y aunque quiera decir, uno piensa para qué más, ya está dicho. O como quien dijo: casi siempre estoy de acuerdo con lo que tal dice, y cuando no lo estoy, como lo dice tan bien, no sé qué decir.
Las redes sociales arden en imágenes, frases, textos, sentencias, guiños y suspiros ante lo que está pasando, una interpretación virtual de la democracia, un reflejo desfigurado del demos.
Pero nada como la oralidad, la dialéctica del debate presencial, la reflexión colectiva in situ, con cita en tiempo y forma. En la plaza pública, el café, la tertulia doméstica, o el espacio cerrado. Ahí es donde la Política –la mayúscula es adrede- crece de verdad, en el cara a cara. Al desnudo.
Una de las características más bellas del 15M fue, y es en lo que queda, su esencia oral, mucho se ha escrito sobre el 15M, poco ha escrito el 15M, mucho más se ha hablado en el 15M.
Se confunde, se está confundiendo la esencia de la democracia, con las nuevas formas de interactividad digital, democracia 2.0, democracia 4.0. Son herramientas útiles depende para qué y cuando. No son, per se, diáfanas, no expresan, agotan, no tienen la potencia del vínculo. No expresarán el alma, el matiz, la entrega, la cadencia, el suspiro, la humanidad, la dialógica, la interpelación, la refutación inmediata, la duda, la complejidad, el conflicto. Nunca.
En la espuma de los días cabalga la oralidad, la dinámica vital. Lo textual será su sedimento, estática.
Desconfío, y casi nunca me equivoco, de quienes eluden lo presencial, escondiéndose en la oscuridad posesiva del yo virtual. Llaman transparencia a mil correos electrónicos y horizontalidad a un buen acceso a internet.
Mejor nos vemos y hablamos.
* Ilustración. Jackson Pollock