“Somos el 99%” es un magnifico eslogan publicitario y un erróneo presupuesto analítico. No somos el 99% , ni ellos son el 1% , no es posible sostener ningún poder político sobre esa distribución porcentual entre dominados y dominantes. Comparto el grito ¡ Somos el 99%¡ pero no la creencia de que realmente , ahora, somos el 99% . La no coincidencia entre publicidad y análisis no implica mentira alguna, ni siquiera contradicción; ambos planos se mueven en escalas distintos de lo real. La publicidad política va precisamente dirigida contra la realidad ; su función es contrafáctica. Mientras que el análisis ha de ser unafotografía de lo que hay, la consigna proclama lo que debe de haber. Razón práctica contra razón teórica.
Confundir ambos planos y su funciones es lo que hace el realismo socialdemócrata y el izquierdismo utopista. Si deseamos tal como pensamos nunca cambiaremos nada, si pensamos tal como deseamos tampoco. En el primer caso nuestra conducta será tan inmediata y realista que nada nuevo podrá surgir, en el segundo caso, el izquierdista, actuaremos como delirantes. O la realidad nos absorbe o la realidad nos machaca pero no cambiamos nada.
Esta distinción entre estrategia de comunicación y análisis empírico de las relaciones de fuerza sociales es capital para la acción política exitosa de las fuerzas transformadoras. Por esto la comunicación política no debe operar como opera una publicación científica o un relato narrativo que analiza o describe la naturaleza de lo real sino que es un motor de transformación de la percepción y la voluntad social.
La estrategias de comunicación política tiene como objetivo la hegemonía no la verdad, lo cual no significa que sean necesariamente falsas sino que se mueve, como el arte, en un marco de distinto al binomio verdad/falsedad. ¿Sería lícito decir que Cervantes miente en el Quijote porqué cuenta falsedades?¿Miente Petrarca al describir en el poema a Laura? La verada en el arte , como en la comunicación política, reside en las formas no en los contenidos y en su capacidad de “crear mundos” (o hegemonía que salva veritate es lo mismo)
¡Somos el 99%¡ es un buen eslogan porque al enemigo hay que adelgazarlo no engordarlo. Que es lo que hace los discursos conspiranóicos de la extrema izquierda que creen que todo es capitalismo y todos capitalistas. Por eso pretender arrinconar al enemigo en el estrecho margen del 1% es una buena estrategia de comunicación. Pero solo a condición de que no se confunda la comunicación con la verdad, el deseo con la realidad, y el punto de llegada con el punto de partida.