La “clase media” no es una clase social porque no se define la pertenencia de sus miembros por la renta o por el patrimonio, ni siquiera por la posición relativa que se ocupa entre otras clase sociales: es una clase ideológica o cultural. La “clase media” expresa el ideal de vida buena y justa que puede ser adquirido por todos y todas sin necesidad de explotados ni de explotadores.En el deseo de ser “clase media” se expresa un deseo de una forma de vida que no padece el embrutecimiento de la pobreza ni la maligna insensibilidad de la riqueza; una vida serena que ni impide ni prohíbe la aventura.
Es en realidad una clase que cumple uno de los requisitos que dotaban a la clase obrera de su carácter revolucionario; sser la clase que lleva en su interior (desarrollo efectivo) la abolición de todas las clases. Pero esa promesa de abolición de las clases no la cumple por lo que no es, aquello de que los obreros “nada tienen y nada tienen pues que perder”, ni por la posición estratégica en el relaciones de producción; sino por lo que es, la promesa de una vida buena y justa vislumbrada, sólo vislumbrada, en el breve periodo (1945-1973) y en el estrecho espacio (pare de Europa y Norteamérica) en que el Estado de bienestar se desplegó. Allí se redujo la desigualdad y se amplió la libertad, se restringió la dominación y se aumento el bienestar. No es una condición negativa la que la define (no tener), ni desesperada (no ser nadie) sino una ilusión bien fundamentada en una experiencia parcial y limitada pero experiencia al fin y al cabo. Y esta es una características de las clases ideológica; no están definidas solo por la agrupación de ideas sino también de deseos, sentimientos y básicamente expectativas ficias compartidas, aunque esas experiencias sean sean en parte fantasticas.
La “clase media” siempre fue una clase ideológica cuyo significado político es distinto antes y despues del neolibrelaismoe y del desmontaje del Estado del bienestar”. Antes de 1973 fue un sueño iluso que adormecía la conciencia de clase obrera, un horizonte imposible que mantenía la expectativas de movilidad social. Pero ahora en la era de la globalización financiera mundial ese sueño, esa clase ilusoria se ha convertido en un horizonte de ruptura y de resistencia contra el capitalismo desaforado y que ya no puede ser pensado sino desde la universalización del ideal igualitario socialista y que ya puede ser realizado sin el cambio del modo de producción ecologista. Al igual que otros mucos instrumentos creadaos por el enemigo, hoy la clase media es una clase ideológica que se vuelve contra las intenciones y los interés de su progenitores políticos.
Una clase en cuyo ideal está que quepamos todos es una no clase. ¿Significa esto que las clase sociales ha sido sustituida por las clases ideológicas ¿Qué la pequeña burguesía es la sustituta de la clase obrera? No es eso, no es eso. Es un replanteamiento de la relación entre infraestructura (las condiciones materiales) y supraestructura (las condiciones ideológicas e institucionales) tal como ya lo alumbraba Grasmci; de tal modo que la ideología se convierte en un instrumento material mas, en cierto modo una supresión de la separación entre esas dos instancias. Y esto es lo que explica porque todos queremos, y en especial los trabajadores, definirnos como “clase media”. Una herramienta ideológica contra hegemónica que, como siempre le ocurre a los de abajo, se construye a partir de los materiales de desechos que ha dejado el enemigo vencedor tras la orgía de la celebración de su victoria.