¿Porqué una sanidad publica para pobres y una sanidad privada para ricos no es una opción eficiente?

Francisco Garrido. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) es cada vez mas usado por los pobres y menos por las clases medias y altas andaluzas. Cualquiera que se haya dado una vuelta por un Centro de Salud, una sala o un servicio de urgencia lo comprobará. Las clases medias están huyendo hacia los centros privados. Los recortes y las campañas de mala imagen están haciendo estragos. ¿No habéis visto al ABC o a la cadena Joly publicar diariamente malas noticias del SAS?

Sabemos que donde conviven una sanidad pública para pobres y una sanidad privada para los demás, al final las dos son de pésima calidad clínica, aunque esta última, la privada, lo disimule con cierto marketing hotelero. Pero amén de los efectos gravísimos sobre la salud este desplazamiento de las clases medidas hacia la sanidad privada tiene consecuencias en las conductas políticas y electorales de la ciudadanía.

Si las clases medias van perdiendo incentivos para apoyar políticas públicas bienestaristas por el deterioro de los servicios públicos (salud, educación, pensiones) y tienen que buscar refugio en la contratación de servidos privados cada vez los incentivos serán mayores para la reducción de la presión fiscal y así disponer de rentas suficientes para la contratación de esos servicios.

¿Porque es dañino para la salud de toda  la comunidad una sanidad pública  exclusiva para pobres?

Dejaremos a un lado los daños a la economía moral y nos centraremos en los efectos negativos sobre la salud:

• La salud es un bien púbico y no se puede fraccionar  sin dañar al bien. Es el llamado efecto manada de la epidemiologia. La salud es un bien púbico y no se puede fraccionar sin dañar a dicho bien. Es el llamado efecto manada de la epidemiologia. Esto es lo que explica el porque cuando conviven un sistema de salud privado muy caro, con mucha tecnología de vanguardia producen resultados negativos en salud pública, vease como ejemplo de ello los casos de Cuba y España.
• Los y las profesionales tenderán a concentrase en la sanidad debido a salarios y rentas mayores. Por otro lado la economía moral de los profesionales sanitarios  tenderá más  al utilitarismo mercantil que a la deontología profesional.
• La salud privada ha sido hasta ahora un parásito de la púbica si se debilita la pública se debilita  la privada.
• La inversión en I+D+I  es mucho mayor en la sanidad privada que hace de locomotora de la I+D+I privada. Si se invierte esta relación disminuye la inversión en I+D+I y se subordina a la  rentabilidad inmediata.
• Al bajar los estándares de prestaciones y la cartera de servicios de la sanidad pública, la sanidad privada pierde estímulos para competir y se producirá  un competencia a la baja , lo cual deteriorará la calidad y  cantidad  de las prestaciones de la privada y la encarecerá.

En síntesis  no solo los pobres tendrán mucho peor salud sino que todos tendremos peor salud y será mucho más cara. La sanidad pública no necesita de la privada, más bien lo contrario, para mantener la calidad pero la privada si necesita de la púbica. Si se sigue deteriorando la sanidad pública la sanidad privada perderá  calidad con respecto a la que tiene hoy y será más cara. Pagaremos más para recibir menos y peor.