José Manuel Castillo López es Profesor de Economía Política y Hacienda Pública en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada.
Hace unos días se han aprobado los Presupuestos Municipales de Granada, el instrumento más importante de la política local de esta ciudad para 2010. Pues bien, pese a ello, el reflejo en los medios de información ha sido escaso y paralelo el interés de los granadinos.
Estos Presupuestos adolecen de una serie de deficiencias globales que no han sido aludidas en el correspondiente pero desconocido debate del Pleno municipal, que tendrán una gran significación e influencia en la vida de los granadinos pero que algunas podrían solucionarse en el periodo de ejecución.
EL GENERO DE LOS PRESUPUESTOS DEL AYUNTAMIENTO DE GRANADA.
Pese a que la pobreza, el desempleo, la discriminación, la marginación política y social, la precarización laboral, el analfabetismo, las tareas domésticas, los cuidados de los niños y ancianos y otras tareas no remuneradas, etc, tienen en Granada cara de mujer, el Presupuesto municipal es insensible al género y, por tanto, practica la inequidad en el reparto de los recursos públicos municipales entre hombres y mujeres.
EL Equipo de Gobierno municipal está formado por 10 concejales y 6 concejalas, pero a las mujeres se le asignan departamentos testimoniales o marginales, al menos, desde el punto de vista presupuestario, con la excepción de Planificación Urbanística. De hecho, a las mujeres que forman parte del Gobierno municipal solo les corresponde administrar el 21% del Presupuesto pero si es de su competencia el hecho de que se destine a las partidas de “ igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres “ y a “la incorporación de la trasnversalidad de género en la Accion municipal” menos del 0,2% del Presupuesto Municipal.
LA FALACIA DE LA INSUFICIENCIA FINANCIERA DE LOS AYUNTAMIENTOS.
Uno de los argumentos falaces que con demasiada frecuencia son empleados por el Ayuntamiento ante las críticas de los granadinos, motivadas por ausencias o deficiencias en los servicios públicos es la insuficiencia financiera para hacer frente a los gastos municipales.
Este Ayuntamiento como otros tratan de corresponsabilizarse lo menos posible de los ingresos necesarios para financiar el gasto público municipal. Recurren para ello prioritariamente a las transferencias del Estado o de la Junta de Andalucía y a la ventas de patrimonio público u otras formas de financiación oculta para los ciudadanos. De esta forma, el Ayuntamiento no soporta el coste político que conlleva la recaudación de los fondos públicos, espolea y publica las materializaciones del gasto y, en definitiva, anestesia el sentimiento del contribuyente. En el caso de que los ciudadanos perciban deficiencias en los servicios públicos se hecha mano de la insuficiencia financiera causada por el Estado o la Junta de Andalucía y a continuación se preconiza su privatización o directamente se privatiza.
En definitiva, carece de legitimidad y de racionalidad, sin más, reclamar fondos públicos añadidos a las otras administraciones en tanto no se clarifiquen y controlen las cuentas públicas municipales y se articulen mecanismos de control jurídicos y políticos eficaces.
DEMOCRACIA LOCAL Y PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS.
La solución a estas deficiencias es la DEMOCRACIA. Paradójica y contrariamente a lo que preconizan los poco amigos de este modelo, de la democracia real, me refiero, la causa de este desaguisado ente nosotros es justamente la falta de ésta, su deterioro o su banalización.
Los granadinos tenemos que aspirar a que la democracia local sea una realidad, un concepto superior al hecho de simplemente votar cada cuatro años, en la práctica, a una de las dos opciones que se alternan en el Gobierno local pero que no difieren sustancialmente en la ausencia de propuestas globales ni de hecho y que resultan inmunes a los cumplimientos de las promesas electorales, al despilfarro de los recursos públicos e, incluso, a la corrupción política y con frecuencia a la violación de las leyes.
De inmediato, este Ayuntamiento tendría que establecer unos Presupuestos municipales participativos elaborados con la intervención directa de los granadinos en la tarea de definir las necesidades prioritarias que deben ser atendidas y, lo que resulta tan importante, tanto en la vigilancia del uso de los recursos públicos como en el seguimiento de los compromisos adquiridos.
Estas ideas no tienen como objetivo solo la de criticar y denunciar algunos desbarajustes de nuestro Gobierno local que, por cierto, esto no es malo, si no principalmente, sobre todo, instar a que se corrijan de inmediato estas intolerables deficiencias que exhibe nuestra democracia local.
Con toda seguridad, con el fomento de la participación ciudadana asuntos como los de Atarfe, Almuñecar.,etc. , tendrán menos probabilidades de suceder aquí y actitudes como la marginación de las mujeres del Presupuesto municipal de Granada, el desinterés y la desconfianza, cuando no claro aborrecimiento de muchos granadinos, sobre todo, de los más jóvenes, por los asuntos públicos, al menos, se mitigarán.