El domingo 22 de mayo estamos convocados a elegir a nuestras concejalas y a nuestros concejales, que elegirán a nuestras alcaldesas y alcaldes, que presidirán los gobiernos locales que regirán nuestros municipios hasta el año 2015. Sin duda, para este nuevo mandato municipal uno de los objetivos de las corporaciones locales será el fomento de la actividad económica y de la creación de empleo, que constituye la principal preocupación social de los andaluces. Desde mi punto de vista, el municipio ha de convertirse en este momento de la democracia local en un espacio político y ciudadano para el desarrollo económico equilibrado, en un facilitador para el progreso económico local, para el dinamismo empresarial y para la inserción laboral de las personas que sufren el desempleo, objetivo constitucional que cobra máxima significación en un momento como el actual. Este objetivo local demandará la creación y/o potenciación de servicios u organismos municipales de empleo y desarrollo económico.
Con esta perspectiva sería de interés la elaboración de planes estratégicos locales para el desarrollo económico y empleo, desde la perspectiva de la sostenibilidad y con criterios participativos, con el objetivo de contribuir a un cambio de modelo económico, con pilares más sostenibles ambientalmente. En este desafío social y económico, las instituciones locales tienen unas posibilidades de actuación aún no desarrolladas en su plenitud. En este sentido, la Unión Europea sigue considerando a las autoridades locales como un agente institucional clave en la dinamización económica y social del territorio, a través de la concertación con el resto de agentes económicos y sociales que operan y se implican con el desarrollo económico y la creación de empleo en el territorio. Por tratarse de la administración más cercana, puede operar con más eficacia en el diseño y ejecución de políticas locales de desarrollo económico y empleo, ayuda a la conexión con las problemáticas reales de la ciudadanía. Las últimas reformas del mercado de trabajo aprobadas por el Gobierno de España inciden en esta línea estratégica de acción local.
Además de las medidas desarrolladas en los dos últimos años en cooperación entre la Administración Local y la Administración General del Estado, los representantes del poder local han reclamado nuevas competencias para las entidades locales en materia de promoción de desarrollo económico local y más financiación estructural al efecto. Los municipios andaluces deben convertirse en sujetos fundamentales para estructurar los mercados de trabajo en su dimensión local, contribuyendo no sólo al fomento de nuevas inversiones empresariales, sino también a la calidad del empleo que se pueda generar. La nueva ley andaluza de autonomía local, de junio de 2010, ha avanzado significativamente en esta materia.
Desde el punto de vista político, un elemento muy importante para la definición y ejecución de políticas locales de empleo y desarrollo económico es la participación, insertar el principio democrático en las acciones locales de empleo. En este sentido los programas y acciones de desarrollo han de articular fórmulas potentes que den mayor protagonismo a la iniciativa privada, a la sociedad civil, a la ciudadanía. Se trata de dar contenido de propuestas de carácter económico y social a la participación ciudadana, profundizando de este modo en el concepto de administración local participada y radicalmente democrática.
En Andalucía, con especial incidencia del desempleo, el reto de las acciones públicas para frenar este grave problema social tendríamos que afrontarlo preferentemente en la dimensión local, con la Administración Local en permanente colaboración con organizaciones (empresariales y sociales) que desarrollan programas de información, orientación laboral y/o formación, apoyo a nuevas iniciativas empresariales, con el poder local como actor principal de un proceso del que los principales beneficiarios serían nuestros conciudadanos, y sobre todo, los desempleados andaluces.
Como consideración final, considero importante trabajar para conseguir que los mercados de trabajo locales sea cada vez más transparentes, hacer circular la información, socializar y democratizar la generación de nuevos empleos, que todas y todos tengan disponible las opciones de trabajo que surjan. En este objetivo, también es crucial esa colaboración entre la institución local y la red de entidades que trabajan por la inserción laboral de los desempleados y desempleadas. Entre todos podemos ayudar a dar soluciones al problema del desempleo. También el principio democrático es importante en este objetivo social y económico.
Creo que tienes mucha razón. Gracias por tus aportaciones.
Sobre democracia y desarrollo local.
Leo con interés y atención tus artículos llenos de buenas intenciones y de un regeneracionismo admirable, aunque la realidad del millón de parados en Andalucía se empeña en darnos con un canto en los dientes.
Constato que para el necesario desarrollo local que planteas es una necesidad imperiosa la coordinación de las administraciones públicas: las distintas Consejerías de la Junta de Andalucía, las Diputaciones, los Grupos de Desarrollo Local (cincuenta en toda Andalucía), las Agencias de Desarrollo Local con sus ADLs, los Espacios Naturales Protegidos –el veinte por ciento del territorio Andaluz- con sus Directores, Gerentes, Juntas Rectoras y sus Planes de Desarrollo Sostenibles… Todo ello ha generado una duplicidad de personal escandalosa y, estudios y estudios con un coste millonarios que nadie lee, ni por supuesto nadie se encarga de aplicar sobre el territorio en cuestión.
Un segundo tema no menos importante que someto a tu consideración es si puede existir eso que se ha dado en llamar “cultura emprendedora” dentro de un sistema clientelar -legitimado es verdad cada cuatro años democráticamente- que ha creado súbditos/votantes en vez de ciudadanos.
Una tercera cuestión, nada baladí en mi opinión, ha sido la incapacidad, frente al bipartidismo imperfecto reinante en Andalucía, de definir y concretar desde la ecología política, la autodefinida izquierda verdadera o el andalucismo, políticas de desarrollo local alternativas al desarrollismo del ladrillo y al sistema político clientelar, incluso cuando tuvieron o tienen actualmente alguna responsabilidad de poder: Consejerías de la Junta de Andalucía con el P.A., Direcciones Generales con Los Verdes y el poder municipal en Ayuntamientos de todos los tamaños.
Si en la mayoría de los programas con los que se presentan a las elecciones municipales los grupos políticos no existe ni siquiera un mínimo diagnóstico de su realidad económico/social ¿como podrán acertar mas tarde con la medicina aplicable para el desarrollo local? ¿No serán las próximas elecciones municipales otra oportunidad perdida para el necesario desarrollo local que planteas en tu artículo?