Andalucía tiene el mayor paro de la Unión Europea y sin embargo sus problemas no existen para el conjunto del Estado. Los repartos de déficit se realizan en una reunión “privada” con asistencia exclusiva de las Comunidades gobernadas por el PP; el Estado aprueba el Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquir que pone en riesgo ecológico a Doñana y a gran parte de Andalucía, sin tan siquiera darle trámite de Audiencia, después de que el tribunal Constitucional violentara la voluntad de los andaluces y andaluzas expresada en referéndum, anulando nuestras competencia sobre el Rio. Cataluña logra que el debate autonómico se centre en las balanzas fiscales y no en la tasa de paro o la desigualdad territorial.
Sin embargo Andalucía es la Comunidad más extensa, la más poblada, con un pueblo claramente de izquierda, con la cultura más diferente de todas, la que arranca de Al-Andalus y no de los reinos cristianos, y con una Autonomía conquistada en la calle (4 de diciembre) y en las urnas (28 de febrero). O Andalucía vuelve a tener protagonismo político o la crisis nos destruirá personal y colectivamente. Por eso proponemos, en diez puntos, un proyecto para el relanzamiento político de Andalucía. En el siglo XXI, para vencer a la crisis.
- Andalucía tiene que realizar una ofensiva sin complejos para defender un modelo federal avanzado que de respuesta a la realidad plurinacional en España y la Unión Europea, a partir del derecho a decidir y de la naturaleza constitucional de los Estatutos.
- El salto delante de Andalucía no se puede hacer sin participar en la dinámica rupturista en Estado español, que tiene en la reivindicación de la república su símbolo más potente.
- En esa dinámica rupturista la cuestión fundamental es la unidad y la renovación de la izquierda.
- Hay que abrir un nuevo espacio de reivindicación de nuestras competencias y de la financiación autonómica, unidas a la reivindicación de un Estado federal plurinacional.
- La ruptura democrática tiene que comenzar por abrir el Parlamento y la Junta de Andalucía a la voz y las necesidades del pueblo andaluz: participación y transparencia son las palancas para el cambio.
- Necesitamos la voluntad política y el poder propio sufriente para construir una nueva estructura económica sobre la propuesta ecoandalucista: territorialización de la economía y autonomía alimentaria, energética, financiera, etc.
- La identidad andaluza es el paradigma para luchar contra la uniformidad cultural y la colonización de los valores colectivos por la lógica egoísta del mercado.
- La solidaridad frente a la crisis es la barricada para parar los recortes y privatizaciones.
- La defensa de Andalucía está unida a la defensa del trabajo como un derecho básico de las personas frente al intento de asimilarlo a una simple mercancía.
- Las movilizaciones sociales y las instituciones políticas autonómicas pueden encontrar su clave de bóveda en la reactivación del pueblo andaluz como sujeto político colectivo.