Llevo unos días en los que entrar en el supermercado me solivianta sobremanera. Cientos de señoronas, con cardados imposibles, enjoyadas hasta las cejas, habituales del ABC, ilustres representantes de la derecha sevillana y asiduas de la parroquia de mi barrio, ocupan las cajas del supermercado donde compro habitualmente. Lucen camisetas y portan bolsas de plástico de ‘La Gran Recogida de Alimentos’ que patrocina La Caixa y promueve el Banco de Alimentos.
La Caixa, el mismo banco que está echando de sus casas a las víctimas de la crisis, patrocina una campaña sentimentalista que contribuye a lavar su imagen pública a costa del hambre que padecen las víctimas de sus desahucios. De paso, evita que la población se cuestione intelectualmente por qué existen familias que necesitan comida y quiénes son los causantes de la injusticia social.
Las señoronas ejercen la caridad con la superioridad moral y económica que les otorga su cardado y los pobres reciben la comida con la humillación de saber que quien le está dando un paquete de lentejas está haciendo ostentación de su poder y un lavado de conciencia navideño.
Si fuera por caridad, no existiría la pobreza. No hay rico que no haya dado caridad alguna vez en su vida. Ni aristócrata que no se haya paseado por un rastrillo benéfico. La caridad es el ejercicio preferido de los poderosos para hacer ostentación de su poder y recordar a los pobres ante quiénes se tienen que agachar. Este modelo indigno, al que nos está condenando la ideología que votan y aplauden las señoronas pedigüeñas de mi barrio, te echa de tu casa pero te dona muy cristianamente un kilo de arroz con el logotipo de La Caixa para que te lo comas debajo un puente.
Es la crueldad máxima teñida de sentimentalismo barato que siempre viene en diciembre. Para este ejército de cinismo, travestido en elegantes ropajes y rancios cardados, los pobres no pasan hambre en marzo o en julio, sólo pasan hambre cuando llega la tan cristiana e hipócrita navidad. Esta caridad obscena no se pregunta ni le importa saber por qué existe el hambre, saben que la respuesta sería muy perjudicial para la poca conciencia que les queda viva.
Bajo el patrocinio de La Caixa y la excusa de los pobres, un día te dan una pulserita con la bandera de España, que les dona el mismo alcalde de Sevilla que tiene sin agua y sin luz a 120 personas en La Corrala Utopía; otro votan el programa electoral que desprecia la justicia social y un tercer día ruegan por los pobres y los “negritos” de África en el púlpito de oro de la parroquia.
En el fondo, debajo de su cardado habita el desprecio a los pobres, por eso los miran desde lejos y no los tocan. Piensan que los pobres de solemnidad son perdedores sociales y, como tales, se merecen el castigo de quedar sin sanidad, sin educación, sin prestación por desempleo y sin una protección social de las administraciones públicas. Su caridad les recuerda a los pobres que a lo máximo que pueden aspirar es a arrodillarse ante el poder para que no olviden quiénes mandan. La caridad emocional te permite comer un kilo de lentejas debajo del puente donde te desahucia La Caixa por ser el perdedor social de una ideología que tapa con limosnas la indecencia de sus políticas inmisericordes con los débiles.
ESTAS DAMAS DEL SEÑORITEO ANDALUZ (Y NO ANDALUZ) ES LO QUE TIENEN: MUCHO ABOLENGO Y MUCHO ESPIRITU RANCIO. SUS CONFESORES HABITUALES, DE SOTANA Y MISAL GRASIENTO, LES HAN ENSEÑADO QUE LA UNICA FORMA DE HACER PATENTE SU SOLIDARIDAD CON LOS NECESITADOS ES LA DE DESFILAR EN PROCESIONES DE ROPEROS Y COMEDORES DE CARIDAD. SI ADEMÁS LOS «SANTOS» QUE PROMOCIONAN ESOS ROPEROS SON LOS MISMOS QUE PROMUEVEN LA MANIFIESTA INJUSTICIA SOCIAL, PUES MEJOR; ASÍ TODOS VAN JUNTOS AL CIELO, Y AMEN JESUS.-
SIN COMENTARIO.
Que razón tienes Raul! Y encima nos marcan que debemos donar: legumbres, arroz, pastas, comida para bebes, . . .. De jamones nada, eso es «para mi boca» que se lo merece. Los pobres arroz, garbanzos y si acaso una botella de aceite, sin especificar si a de ser virgen extra o no. Y como postre turrón de cacahuete. Todo ello me recuerda la epoca de los sesenta, cuando la bolsa que nos preparaban a los pobres de la época contenia esa pequeñas dadivas. ¡Que buenas eran las señoras de mi parroquia en aquellas fechas navideñas!. Hoy, como entonces, la derecha prefiere mil veces preacticar la caridad a la justicia social.
Sin embargo, y quizas un tanto contardictoriamente, la izquierda social, los movimientos de indignados, la plataforma contra los deshaucios, deberieamos además de movilizarnos y luchar contra la exclusión social derivada de las criminales políticas de ajuste practicada por el gobierno del PP y toda la derecha europea con Merkel a la cabeza, crear también bolsas alternativas de alimentos sin tantos remilgos como hacen los del Banco de alimentos que se dicen totalmente al margen de las organizaciones políticas y no aceptan, como así se lo hicieron saber a los ingenuos diputados del PSOE que les pretendían donar el sueldo correspondiente al día de huelga, o a los alimentos requisados por el SAT este verano pasado a los cuales tambien se negaron aceptar y crear con ellos un fondo para entregar a las personas que esten en situaciones extremas desde unos presupuestos soli darios y exigentes con un compromiso de lucha contra la injusticia derivada de este sistema capitalista y de clases sociales donde los que sufren las consecuencias de la política neoliberal y de ajuste son los de siempre. Crear redes sociales amplias de ayuda y solidaridad como alternativa a la caridad de los que no se mojan en la denuncia del sistema y que de alguna manera nos quieren hacer creeer que la crisis permanente que vivimos los de abajo, hoy más aguda que hace unos años, es el resultado de la mala suerte, de una catastrofe poco menos que natural o de castigo por haber «despilfarrado», al estilo de las plagas biblicas.
Podría ser, más que con bolsas de alimentos que tiene esas connotaciones caritativas, con bonos o cheques canjeables a partir de donaciones económicas de aquellos que se sumaran a la campaña y gestionadas por un Banco ético, tipo Triodos?.
No lo sé, pero ¿merecería la pena reflexionarlo? Por cierto, los concejales socialistas y de izquierda unida del Ayuntamiento de Sevilla propusieron donar el equivalente de su paga al Banco de alimentos de Sevilla.
BOICOT A TODOS LOS INTERESES CLERICALFA$CI$TA$ SIN DESCANSO, TREGUA, NI CUARTEL!!! (¡pásalo!)
BOICOT AL CONSUMISMO NAVIDEÑO!!! COMPREMOS EN LAS PEQUEÑAS TIENDAS DE INMIGRANTES PARA JODER A LA MULTINACIONALES , ENEMIGAS DE LAS PEQUEÑAS EMPRESAS LOCALES, LAS CUALES SE CARGAN PUESTOS DE TRABAJO Y UNA ECONOMIA AGROPECUARIA SOSTENIBLE! ESAS PEQUEÑAS TIENDAS DE INMIGRANTES SON YA PRACTICAMENTE LAS ULTIMAS QUE SE RESISTEN A LA TIRANIA DEL GRAN CAPITAL Y LOS LAVADOS DE CEREBRO DE LA TELEPUBLICIDAD, HACIENDO QUE LOS PRODUCTOS LOCALES NO PEREZCAN Y LAS TIERRAS SE VUELVAN YERMAS! EXISTIR ES RESISTIR!!! DONDE MAS LES DUELA CUANDO MENOS SE LO ESPEREN!!! VENCEREMOS!!!
LA BARBARIE DEL NAZIONALCATOLIC I$MO EXPpAÑOL, CONSIDERA A LOS MAYORES UNA CARGA (EL OTRO DIA EN GRANADA DOS ANCIANOS SE SUICIDARON PARA NO SER UN ESTORBO PARA SUS HIJOS ENFERMOS) O, PEOR AUN, LES CONFINA EN «RESIDENCIAS» CLERICALOIDES DE TAPADILLO, PARA RAPIÑAR SUS ULTIMOS AHORRILLOS CON PRECIOS DE HOTEL RITZ Y CUANDO YA LES HAN EXPRIMIDO LES ARREBATAN SUS PROPIEDADES INMOBILIARIAS, DEJANDO A SUS LEGITIMOS DESCENDIENTES SIN NADA,YA K SE HAYAN LEJOS BUSCANDOSE LA VIDA POR ESOS MUNDOS, PERDIDAS SUS RAICES YA PARA SIEMPRE…
¡K DISTINTA DE LA AMORALIDAD NAZIEXPpAÑOLI$T A GENOCIDA E HIPOCRITA, LA GRANDEZA DE OTROS PUEBLOS REALMENTE CIVILIZADOS, LOS CUALES A DIOS EN SU LENGUA LE LLAMAN KONKÁCHILA, «ABUELO»…!
http://www.youtube.com/watch?v=BX_KA5IptuA