Francisco Garrido. Los resultados electorales y la pirámide poblacional demuestran que el PSOE sigue siendo necesario, al menos para no estorbar, en cualquier cambio político en España. Pero la ineptitud de los actuales dirigentes estales y la furia conservadora y egoísta de gente como Susana Díaz o Vara; mas la sombra alargada del ecosistema socialista compuesto por el exdirigentes ( Felipe González a la cabeza=) y medios de comunicación (PRISA) ; están empeñado en que el PSOE sea devorado por la derecha nueva (Ciudadanos ) y eterna (PP).
Si a la crisis estructural de la socialdemocracia es toda Europa, se le suma la “crisis local” de Un PSOE que desde la reforma constitucional de Zapatero; el perfil del PSOE es el de un boxeador sonado que da tumbos por el cuadrilátero político ora dando golpe de ciego, ora intentado abrazarse a a su rival . para no caer en la la lona. Creer que el PSOE saldrá adelante haciendo de muro de contención contra Podemos y el independentismo catalán, es un error de bulto que puede tener consecuencias fatales para el proyecto socialista. Un ejemplo de esta política errónea es Susana Díaz que ha conseguido resucitar en Andalucía a PP sin liderazgo y en estado comatoso. Los electores tienen claro que para detener a Podemos y defender la “sagrada unidad nacional , el PSOE no es precisamente la primera opción.
En el otro lado del tablero, Rajoy no quiere gobernar solo por que no puede .Pero esa imposibilidad no proviene exclusiva ni fundamentalmente de la evidente aritmética parlamentaria, sino del hecho de que el tipo de políticas que tendrá que apliacr, y que están en su programa oculto coincidentes con el dictum de Bruselas, el nuevo gobierno son de tal envergadura impopulares que difícilmente un solo partido, y menso la derecha, podrá soportar la contestación social. La gran coalición es una hoy una necesidad ineludible de las élites para imponer su programa de ausericidio. La demanda de exdirigentes del PSOE pidiendo a Sánchez que se abstenga y deje gobernar al PP; va en esa dirección más que en la de facilitar la gobernabilidad, como afirman retóricamente.
El PP gobernara y el PSOE, de una forma u otra, con este o aquel disfraz; será su cómplice y esto, lo pagará en beneficio no ya de Podemos sino de la derecha. Y esto debe también de entenderlo Podemos que tiene que jugar un doble papel complejo pero fascinante; por un lado ha de sustituir para al PSOE sin pretender destruirlo y dañarlo, sino desde la colaboración leal y la construcción de puentes y espacios comunes. Y por otro lado ha de mantener la llama de la oposición política en frees u ftes tuir al PSOE sin detes arlo la calle y los movientos sociales. por una dlo prerarse para suitirtuir al PSOE sin dtodos su frentes, incluida, y especialmente la calle y los movimientos sociales. En parte esto esta ocurriendo ya; si el PSOE no ha dado un si a Rajoy todavía es por la presencia de Podemos y ocurre así, paradójicamente, que aquello que lo amenaza, Podemos, es lo que le sostiene vivo fuera de la “gran coalición”.