El CO2 del sector eléctrico subirá un 20% por las medidas del carbón
Las emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico aumentarán un 20% por la imposición del Gobierno de que las eléctricas produzcan con carbón autóctono. Así lo considera la CNE en su informe sobre el real decreto del carbón, en el que también alerta del impacto en los precios del Mibel, el mercado eléctrico que comparten España y Portugal.
Carmen Monforte – Madrid – 20/11/2009
Además del impacto económico y del peligro de que las empresas manipulen el mercado, la Comisión de la Energía (CNE), en su informe sobre el real decreto que establece la prioridad del carbón nacional en la producción de electricidad a un precio regulado, alerta de las implicaciones medioambientales de una medida con la que el Gobierno pretende proteger un combustible castigado por el derrumbe de la demanda y el impulso de las renovables. Dicha protección se hará en detrimento de otras tecnologías (como el gas), que sobrarán en el mercado aunque recibirán un lucro cesante.
Según el informe al que ha tenido acceso CincoDías, «si todas las centrales desplazadas [para dar paso al carbón] fueran de ciclo combinado» las emisiones de CO2 de la energía retirada se multiplicarían por 2,5 y, en circunstancias extremas, «las emisiones del sector eléctrico en España se podrían incrementar en un 20%». Dichas circunstancias se producirían si en el mercado no se respeta «el orden de mérito económico» (el mejor precio) para la retirada de la casación, y se sustituye por un «orden de mérito de emisiones», por el que se retiran en primer lugar las que más contaminan.
La imposición del carbón nacional va a afectar al resto de las tecnologías productivas, especialmente al gas y las energías renovables. En el primer caso, según el regulador energético, la incorporación de los 27 TWh de carbón nacional «desplazarán» 23 TWh de gas, que supone el 30% de la producción con gas prevista para 2010. En cualquier caso, todo dependerá de la evolución de la demanda, de los precios y de lo que se genere con energías renovables.
En este caso, «el despacho continuo de centrales de carbón dificultará en algunas horas la incorporación de la totalidad de las energías renovables», que han llegado a representar, de forma puntual, en las últimas semanas más del 50% de la producción eléctrica.
La CNE considera que el «procedimiento de restricciones por garantía de suministro», como denomina Industria al mecanismo para colocar el carbón, «alterará la formación de precios del mercado» y se puede prestar a «actuaciones abusivas». Así, centrales con costes elevados podrían recibir compensación y otras que son competitivas podrían ofertar precios altos. Por esta razón, pide a Industria que en el texto final «evite incentivar conductas no competitivas».
Mercado Ibérico
Un aspecto relevante de la norma es que podría afectar al desarrollo del Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel), pues supone introducir «una medida regulatoria de carácter nacional». El convenio firmado por España y Portugal para crear el Mibel, que fue ratificado en 2004, sienta las bases para crear un mercado único, que comenzó a operar el 1 de julio de 2007. En este sentido, la CNE considera «que debe evitarse cualquier regulación nacional que pudiera tener un impacto en el precio del mercado», pues puede inducir a comportamientos inadecuados por parte de los agentes, ya que el apoyo al carbón sólo afecta a las instalaciones españolas.
En su introducción, el regulador advierte que no se pronuncia «sobre la política energética del Gobierno ni sobre el carácter estratégico del carbón», pero sí analiza las medidas planteadas para «detectar posibles inconsistencias e incompatibilidades con el funcionamiento del mercado (..) y su impacto sobre los costes del sistema».
Publicado en Cinco Días 22-11-2009
¡Sí!
No hablando claro y con rotundidad, no sobre la emisión de CO2 pasadas, presentes y futuras en la Iberia.
¡Sí! Hablando claro de las emisiones de CO2 que tenemos que soportar los andaluces, de las emisiones de metano, de los pesticidas, de los herbicidas, del plomo, de la desertización, del cambio climático que afecta a Andalucía, de la agricultura, de la pesca, de la caza, de los sobornos, de la subvención, del voto cautivo, de los políticos corruptos, del mercadeo político, de la clase obrera, del gasto corriente, de la organización comarcal, de la creación de riqueza, de la pobreza, de la desigualdad, de los emigrantes, de los andaluces, de Andalucía, etc.
En definitiva de la vida cotidiana andaluza, de sus problemas y sus soluciones, sin dispersar nuestro mapa por una Iberia que nos atrapa entre sus genocidios económicos, ecológicos, políticos, sociales y no aporta nada positivo a Andalucía.
Hablar de contaminación es hablar de bases militares, peñones de guerra, sierras turísticas, naturaleza vendida, agricultura de cemento, clase obrera vendida, mujeres maltratadas, hombres sin rumbo, niños sin futuro, hambre, mucha hambre de paz social.
Por favor los artículos pensados, para la Iberia, no son sinónimo de libertad de expresión, ni de información, todo lo contrario son sinónimo de pobreza para Andalucía, su suelo, su naturaleza, su fauna, su flora, su paisaje y vierten sobre nosotros un caudal de números contaminantes que no desciframos porque se basan en un territorio disperso para los andaluces y su futuro. Porque cambiar el carbón por energías renovables es igual para los andaluces, de todas maneras la explotación, renta, ect, es para los de Iberia, nosotros como siempre sufrimos el vasallaje y nos condenan a agarrarnos a lo menos malo.
Échale ese tiempo a buscar alternativas positivas para Andalucía y si te queda un poquito de andaluz, para los andaluces y pongámonos a crear proyectos que articulen una Andalucía Libre de los impuestos que nos sumergen en una dependencia cruel.