Manuela Martínez / El 20 de noviembre, el Partido Popular celebraba su segundo año en el gobierno, sí dos años ya… y al señor Rajoy no se le ocurrió otra cosa que darnos las gracias. ¿Las gracias por qué? Cada día está más claro que este hombre vive en una realidad virtual. Es lo que tiene el acabar creyéndose las propias mentiras que caracterizan su forma de gobernar y debe ser por eso que confunde dar las gracias con pedir perdón.
Y digo yo que debe ser eso, porque seamos serios, cómo puede dar las gracias a la ciudadanía …
- Por desentenderse del principal problema de nuestro país, el paro, y de la necesaria protección a las personas en situación de desempleo, a las que se criminaliza por cobrar una prestación o subsidio.
- Por obligar a nuestros investigadores, a nuestros jóvenes y su talento, a encontrar fuera de nuestras fronteras las oportunidades que deberían tener aquí.
- Por haber dinamitado el frágil equilibrio preexistente en las relaciones laborales, destrozando el modelo de negociación colectiva y desprotegiendo a los trabajadores y a las trabajadoras.
- Por haber propiciado una devaluación salarial y una precariedad laboral que empobrece a la ciudadanía e impide la recuperación económica y la creación de empleo.
- Por tratar de imponer una reforma de las pensiones que supone un primer paso hacia la privatización del sistema, generalizando pensiones más bajas en el presente y en el futuro, de manera que se vuelva a introducir en el ánimo de la ciudadanía la necesidad de contratar planes privados complementarios.
- Por regalar nuestro dinero a la banca, 63.000 millones que hoy ya son deuda del Estado, mientras se justifica el recorte de derechos y la prestación de servicios públicos.
- Por dejar sin Sanidad a la población inmigrante y a los mayores de 26 años que no hayan cotizado, suprimir prestaciones sanitarias e introducir el copago farmacéutico.
- Por impedir el acceso a la educación en igualdad, suprimiendo becas, incrementando tasas, devaluando la calidad de la escuela pública e imponiendo una reforma profundamente ideológica y elitista.
- Por diseñar una Justicia para ricos que vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, imponiendo tasas judiciales que impiden a miles de ciudadanos y ciudadanas el acceso a la Justicia por falta de recursos.
- Por desmantelar la ley de Dependencia, destruyendo miles de empleos, abocando a la precariedad extrema a las personas que trabajan en el sector y dejando sin protección a las personas que más lo necesitan.
- Por castigar un año más a los empleados públicos y diseñar una reforma de la administración recentralizadora y orientada a la privatización de servicios públicos y a la destrucción de empleo público.
- Por dejar morir por inanición a la cultura, en su más amplio sentido.
- Por no facilitar el acceso al crédito a familias, autónomos y pymes y no poner en marcha una banca pública que supla las deficiencias del sistema financiero.
- Por no apostar por el cambio de modelo productivo que nos permitiría ser competitivos, generando empleo de calidad.
- Por no abordar la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida y una reforma fiscal integral que garantice suficientes ingresos al Estado, haciendo pagar más a quienes más tienen y más ganan.
- Por proponer una ley que reprime la libertad de expresión y manifestación y convierte en legal el abuso de poder.
- Por pretender recortar el derecho de huelga.
- Por poner cuchillas a las vallas de Melilla.
- Por mantener una senda de involución que nos devuelve a un pasado que creíamos superado.
- Por devaluar la democracia y desprestigiar a sus instituciones.
- …
En fin, son tantos los agravios que más le hubiese valido pedir perdón para celebrar el aniversario. Aunque creo que no le habríamos perdonado, o al menos yo no lo habría hecho, porque ni su dios podría perdonarles todo el mal que están haciendo.
@Manuela_MJ