Un movimiento de pequeñas productoras se concentra en la capital andaluza y, gracias a Internet, consiguen reconocimiento y éxito de audiencia.
El Culebra dice que esto ya no es lo que era porque no se puede tomar una cervecita en la calle y los bares cierran enseguida. El Cabeza asiente y afirma que esto parece Suiza. Quiere decir Suecia. Dos macarras sevillanos arreglan el mundo en menos de 10 minutos. Crítica social entreverada en un vídeo cargado de tópicos autóctonos. Como resultado, más de un millón de visitas al primer capítulo de Trilogía sevillana, creada por Mundo Ficción.
La capital andaluza ha generado un movimiento de webseries con cero presupuesto que son éxitos mediáticos. La red les ha reportado millares de fans e irrisorias ganancias. La producción televisiva por Internet tiene sello hispalense. Es una versión local de Hollywood que aún tiene que descubrir su modelo de negocio para hacer dinero.
Media decena de productoras sevillanas son nativas digitales. Usan este soporte como una plataforma de exhibición. Pocos recursos, mínimo gasto. No pretenden estancarse en la red, pero han recurrido a ella porque no perciben apoyo de las cadenas de televisión. En general, recurren al chascarrillo y a la ironía de brocha gorda. Y el método ha triunfado más allá de Andalucía.
Las webseries son creaciones de grupos de amigos que tuvieron una ocurrencia mientras estaban en paro y han encontrado un medio gratuito para contársela al público. Ninguno sabe explicar por qué el boom se ha producido en el sur de España. «
El destino es potomismo: po’ toma. Pa’ lo bueno y pa’ lo malo», resume Noé Moreno, electrónico en paro que interpreta a Honorio, un cura que pone boca abajo los principios religiosos de cualquier cibernauta.
Internet igual a promoción. «El producto da cero beneficios y una fidelidad total de los seguidores», resume Alfonso Sánchez, socio de la productora Mundo Ficción y actor en Trilogía sevillana. El Cabeza y El Culebra tienen su versión pija (Rafi y Fali) y seudohippy (Vladi y Roque). Los tres capítulos han recibido más de cinco millones de visitas, según su productora. Junto a Malviviendo, la primera webserie andaluza, y Niña repelente, de animación, ha provocado un efecto llamada entre los jóvenes creadores sevillanos. Acusan la falta de riesgo de las cadenas de televisión. Dicen que los inversores no responden. El público, sí.
La niña más insoportable de Andalucía ha recibido siete millones de visitas a lo largo de seis capítulos, pero ninguno de los tres creadores de Niña repelente vive de las burradas que durante seis minutos dice esta chiquilla. Jesús Calvo de León y Manuel Pérez son diseñadores web. El hermano de este último, José Antonio, trabaja en McDonald’s. Es lo habitual. En la meca española de la webserie, el sueldo llega por otra parte: actor de televisión, productor de cine, diseñador web, cámara de bodas o parado de profesión. La webserie quizá dé fama, el sustento nunca.
Tras 10 años en el cine, Mundo Ficción probó con la red de carambola. La historia de El Cabeza y El Culebra era originalmente un corto que ganó en un certamen. El festival subió el vídeo a la red y la audiencia lo devoró. «No estábamos destinados a Internet, nos lo encontramos», recuerda Carlos Crespo, socio de la productora.
La mercadotecnia funciona. No genera mucho dinero, pero corrobora que ya son famosillos. Impose ha vendido un millar de camisetas con la Niña Repelente estampada, además de gorras y sudaderas. Mundo Ficción, otras 1.500 camisetas, pero sobre todo ha captado a la masa politonera con las frases más repetidas de Trilogía sevillana a cambio de 1,5 euros. Anándor, la productora de Honorio, también vende camisetas de ese prelado incendiario que dice que el potomismo ha llegado.
Pendientes de las visitas
Moreno, el actor que hace de Honorio para superar su timidez, lo ve claro tras cinco capítulos y 3.000 visitas de media: «No hay trabajo, pero hay creatividad». Ahora grabará la segunda temporada.
Impose, productora de Niña repelente, tiene una suscripción con YouTube por la que percibe un dinero. El partner, que es como se denomina, se limita a los vídeos más exitosos de la red. Honorio y Malviviendo tienen algo similar con Nikodemo, un agregador de vídeo online. Pero la paciencia del joven productor Sándor Salas no es infinita. «Si no avanzamos con las visitas, abandonaremos Honorio. Internet ahora mismo lo veo mal».
Impose quiere implantar la marca Niña Repelente como si se tratase de Hello Kitty. Está en negociaciones con dos empresas para que le inserten publicidad, ese gran reto. Y mientras busca subterfugios para rentabilizar su serie, el capítulo piloto de Shepperton, que se rodó la semana pasada, está en posproducción para presentarlo a toda prisa al Web Series Festival.
Paradoja Films sigue el mismo esquema: amigos cinéfilos sin presupuesto ni empleo. Su planteamiento, eso sí, es más bizarro. Shepperton arranca con un urbanita al que le roban su coche en un autolavado de un barrio periférico en una ciudad cualquiera.
Es una webserie inspirada en Twin Peaks, la obra televisiva de David Lynch. Julio Blez, promotor del proyecto junto con ex alumnos de la Escuela Andaluza de Cine, está atento. «No hay mucho negocio en Internet, es una cantera, y las televisiones se están dando cuenta». Blez advierte de que no busca el chiste próximo a la idiosincrasia andaluza. Confía en que una situación surrealista pueda arrancar una sonrisa, aunque no tenga nada que ver con Sevilla.
Todos dicen que no hay presupuesto, que manejan equipos caseros y tiran de bocatas. Sólo la productora Sonoris, que trabaja con Mundo Ficción, hace el cálculo. El ingeniero de sonido José Tomé dice que un capítulo costaría unos 2.300 euros por día. «250 por empleado, tirando a la baja». En la práctica, la serie sale por una invitación a cañas y tapas.
Las productoras sevillanas por Internet creen en un modelo de negocio en el que el telespectador no sepa que es también cibernauta. Ven su futuro en la fusión. Un aparato de televisión que incorpore Internet, DVD, reproductor musical… Todo en uno, quizá sí. Un nativo digital como Nikodemo y una productora de cine tradicional como Maestranza Films apuestan por los micropagos para la supervivencia de las webseries «En EEUU Itv permite ver por streaming películas por cuatro euros y descargárselas por 15. Es un concepto que rompe», sostiene Antonio Pérez, director de Maestranza.
En Nikodemo, que asegura recibir 500.000 visitas de internautas únicos, advierten de que monetizar Internet es complicado. «La convergencia en una sola pantalla y los contenidos premium por micropago pueden ofrecer un futuro a la webserie».
Festival de webseries
Aún quedan 10 días para participar en la primera edición del Webseries Festival, dedicado a los pilotos de series para Internet y organizado por Nikodemo.
El festival, que repartirá premios por 15.000 euros, cuenta con un jurado formado por las directoras de cine Isabel Coixet y Mar Coll; los productores Manuel Cristóbal y David Matamoros; el crítico Fernando de Felipe; el humorista Joaquín Reyes; el director de Red.es, Sebastián Muriel, y Nacho Vigalondo, actor, director y guionista.
La convocatoria se cierra el 16 de mayo, pero el público puede ya votar a través de la web sus obras preferidas. La temática es completamente libre: series cómicas, dramáticas, de ciencia ficción, animación, falsos documentales o naturaleza. Los pilotos debe durar entre cuatro y siete minutos, y se deben presentar con la sinopsis de la serie completa. Se premiarán los cinco mejores cortos, más el mejor piloto de serie basada en deportes board riding. Hasta la fecha se han presentado 62 obras, pero se prevé que se superen las 80.
Elsa Cabria
El País. 06/05/2010.
En Andalucía estamos sobrados de tanto payaso, gracioso y graciosete, que usa las señas de identidad andaluzas para hacer reír al personal. En el País Andaluz sobran payasos y falta un poco más de dignidad.