Francisco Garrido.
- La nación es un invento del republicanismo democrático del siglo XVIII. La idea de nación está unida al concepto de soberanía popular y democracia. La nación es la comunidad de iguales para el ejercicio de la soberanía popular. Es un instrumento del poder popular; una ficción instrumental de los individuos constituidos en comunidad política igualitaria. No hay nación, ni Estado-nación, antes de las revoluciones republicanas norteamericana y francesa. En sus orígenes revolucionarios no hay nación sin democracia, ni democracia sin nación.
- La soberanía popular es un concepto laico y materialista que presupone la contingencia de las decisiones y construcciones nacionales frente a la idea mística y ahistórica del soberano. La nación, a diferencia del feudo o del reino, es una comunidad plural y fraternal donde el poder no está en manos de nadie y de todos; en la nación no hay soberano pues “el pueblo” no es ningún sujeto sino la forma del perpetuo ejercicio de autodeterminación de todos y cada uno de los individuos de la comunidad. La soberanía popular no es una construcción sino un presupuesto. La nación, por el contario, si es una construcción contingente de la voluntad de los individuos en el ejercicio de la soberanía popular.
- En la contraofensiva conservadora del antiguo régimen del siglo XIX se produce una reapropiación de la nación. La nación es redefinida por el historicismo alemán y separada de la soberanía popular (democracia). Así surge el nacionalismo esencialista y etnicista, donde la nación no es ya el espacio de ejercicio de la soberanía popular si no de la soberanía nacional. La nación pasa, de esta forma, de ser el espacio a ser el sujeto de la soberanía. La nación como sujeto unitario. ya no es una comunidad de iguales, sino una entidad metafísica, cuasi eterna y ajena a la voluntad de los individuos concretos y definida por la lengua , la historia o la identidad. Esto ocurre también en los imperios como Inglaterra o España donde se unen nación, monarquía e imperio.
- En los orígenes republicanos de la nación, lo sustantivo es la soberanía popular y lo contingente el espacio particular de la nación; y de ello da cuenta el hecho de que tanto en la revolución norteamericana como en la francesa, la declaración de derechos del hombre, los derechos proclamados no fueron nacionales sino universales.
- La concepción republicana de la nación es constructivista en cuanto es concebida como una construcción social deliberada de un espacio, contingente y particular, de ejercicio de la soberanía popular. En Las naciones se forman y se deforman; libre y democráticamente son construidas y destruidas sin que altere o dañe a lo sustancial la democracia y la soberanía popular. Por el contrario la concepción contra revolucionaria de la nación supone una quiebra grave de la soberanía popular al sustituiría por la soberanía nacional. La representación esencialista de la nación está atada a un relato historicista, etnicista e identitario en manos de las elites dominantes. La soberanía nacional es indivisible; por el contario la soberanía popular está constituida sobre el eje del pluralismo igualitario.
- El federalismo es la forma natural de relación entre las naciones republicanas porque es el producto de la libre decisión de la soberanía popular. Por ello confrontar federalismo y derecho de autodeterminación es una de las falacias que el nacionalismo autoritario y etnicista ha introducido en el imaginario político. . El derecho de autodeterminación es consustancial con la invención republicana de la nación pues representa la forma en que la soberanía popular construye y des construye a la nación política y a la federación, o des federación entre naciones.
- La teoría constructivista de la nación es la más cercana a la teoría republicana original y, a la vez, a la teoría democrática de la nación y del nacionalismo. El constructivismo implica el abandono de cualquier representación unitaria de la soberanía nacional y la adopción de una concepción pluralista y contágiente del ejercito de la soberanía popular.