“Los jornaleros se van, a la vendimia. Sola se quea una mujer con el pecho lleno pena”
Carlos Cano
Después de sucesivas modernizaciones en las que se nos ha bombardeado con los mensajes de la “Andalucía imparable”, luego de intentar convencernos de que Andalucía nos quiere, después de años de autocomplacencias y boatos, la imagen de los jornaleros andaluces, con las maletas acuestas, vuelve a cruzar los montes de Francia. Ni los “G8”, ni los “G20”, ni todos los “GS” juntos de Obama y Sarkozy, ni siquiera las constelaciones planetarias de la Pajin han conseguido evitar que miles de andaluces tengan que ir de nuevo a ganarse la vida allende los Pirineos. Como hace diez, treinta, cuarenta años, Andalucía vuelve a cambiar turistas, empobrecidos por la crisis pero turistas al fin y al cabo, por emigrantes pobres.
Según los datos que manejan los sindicatos, la cifra de andaluces que harán de “rumanos” en los pueblos vendimiadores del Midí francés se ha duplicado en este septiembre negro que soporta la insidia de los profesionales de la política y la amenaza de esa A, que en este caso no es triple, sino gripe.
Y septiembre, que es un mes en el que deben despertarse las conciencias dormidas por el sopor de los meses de estío, contemplara, como si de una vieja película en blanco y negro se tratase, autobuses que se llenan de maletas y de bultos, trenes, de nuevo abarrotados , camino de la frontera. Imágenes que se había encargado de encerrar en los vericuetos de la memoria el desarrollismo constructor que aniquilaba espacios y conciencias.
Miles de jornaleros cruzaran de nuevo los montes de Francia, como cantaba el poeta. Algunos centenares ocuparan aeropuertos y estaciones. El 70 por ciento de los andaluces seguirá cobrando sueldos de mil euros como mucho y las mujeres acompañaran a los hombres a engrosar las listas del paro hasta situarlo en cerca de 28 %
Y la vieja leyenda andalusí, esa que aseguraba que Allah había consentido en convertir Andalucía en un paraíso a cambio de que nunca tuviera un buen gobierno, recobra vigencia y actualidad. Desgraciadamente, aún no se vislumbra ningún instrumento que sirva a los andaluces para llevar la contraria a Alá. Pero aún solo es septiembre.
Artículo enviado a Paralelo 36 por Antonio Sánchez Morillo
tendria que decir:
los jornaleros se van
a la vendimia francesa
solo se quea un mujer
con el alma llena pena,cachis