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Suiza, ese paraíso de país…

Manuela Martínez / Suiza acaba de dar un portazo a los ciudadanos y ciudadanas europeos, al tiempo que mantiene la alfombra roja al dinero negro de los Bárcenas de turno.

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Y es que los suizos han aprobado en referéndum, aunque haya sido por una estrecha mayoría del 50,3 por ciento, imponer cuotas de entrada a sus vecinos de la Unión Europea, eliminando así el derecho a la libre circulación de las personas que garantizaba el acuerdo bilateral firmado entre la Unión Europea y Suiza en 1999 y que entró en vigor el 1 de junio de 2002.

La propuesta “contra la inmigración en masa” que han votado los ciudadanos helvéticos, ha sido impulsada por un partido de extrema derecha, Unión Democrática de Centro (UDC),  y se enmarca en el debate migratorio que se ha extendido como una mancha de aceite por toda la Unión Europea coincidiendo con la crisis y su pésima gestión por las instituciones europeas. Un debate alimentado por el discurso xenófobo y populista que presenta a los inmigrantes como personas en situación de ventaja frente a los ciudadanos del país que los acoge: Ocupan los escasos puestos de trabajo que se crean o quedan vacantes y provocan costes inasumibles en los servicios públicos esenciales y en los sistemas de protección, de los cuales se benefician más que la media.

¿Qué es lo que pretenden con su propuesta? Muy sencillo, cerrar la puerta a la libre circulación y volver al sistema de cupos, limitando el acceso a los beneficios sociales y el derecho a la reagrupación familiar de los europeos.

Conviene recordar que el gobierno suizo, presionado por la UDC y la opinión pública, ya impuso cuotas para los permisos de trabajo de larga duración a los europeos del Este en 2012, y luego a todos los demás en 2013. Pero era una medida transitoria hasta mayo de 2014, mes en que debía recuperarse la libre circulación, salvo rumanos y búlgaros, que la recuperarían en 2019.

El gobierno suizo, que ha perdido el referéndum pues se opuso a la iniciativa, es consciente de las consecuencias de esta decisión en sus relaciones con la Unión Europea, pero no tiene más remedio que asumir el resultado.

Bruselas está molesta y ya ha avisado de que estudiará el impacto de esta decisión sobre la relación bilateral entre la Unión Europea y Suiza, dado que el texto aprobado vulnera el acuerdo y obliga a renegociarlo en un plazo de tres años.  Pero es que, además, la “clausula guillotina” puede dejar sin efecto el resto de acuerdos entre ambos territorios.

Aquellos que consideran la democracia directa como una panacea, como la fórmula mágica que permitiría regenerar el sistema y la democracia misma, deberían atender a las enseñanzas de este caso:

  • Si la economía suiza se ha beneficiado enormemente de las relaciones con la Unión Europea, y no sólo por la entrada en vigor de la libre circulación de las personas, sino también por otros acuerdos que facilitan el comercio entre ambos territorios. De hecho, el 65% de sus exportaciones van a la Unión Europea y el 80% de sus importaciones vienen de los veintisiete.
  • Si la calidad del mercado de trabajo no se ha resentido, el paro se mantiene en el 3%, las condiciones laborales están perfectamente reguladas y los salarios crecen, sobre todo los medios y bajos.

¿Por qué ha ganado el sí a la propuesta ultraderechista contra los inmigrantes?

Parece que el discurso irracional contra la inmigración se ha impuesto a la realidad de los datos y ha movilizado a una parte de la población suiza temerosa de que una entrada “masiva” de inmigrantes, que es lo que le ha vendido la UDC, pueda cambiar su situación de privilegio en un paraíso de país, como es Suiza.  Es posible que los suizos no hayan sido permeables a los argumentos del gobierno o a la información sobre los perjuicios  que podría ocasionarle la decisión que han tomado, o bien, que esa información no fuese accesible o quedase neutralizada por los creadores de opinión favorables a la propuesta de la extrema derecha.

Por lo pronto, ya hay voces que advierten de que volver al sistema de cuotas supondrá dificultades para muchas empresas que necesitan mano de obra muy cualificada. Otras sugieren que se relajará el control de las condiciones laborales y empeorará la protección de los trabajadores suizos… que Suiza quedará fuera del espacio de Schengen.

En fin, veremos en qué queda todo esto.

@Manuela_MJ

Un comentario

  1. resultado de la unión de las tres zonas de ocupación controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona ocupada por la URSS. Schuman, de origen germano-luxemburgués, había poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa) durante diferentes etapas de su vida. Este hecho le hizo comprender la complejidad de los conflictos europeos y desarrollar pronto un interés por la unificación europea.

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