Antonio Manuel: La visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela costará al contribuyente 3 millones de euros; a Barcelona, 1,8 millones; y el viaje a Madrid en agosto de 2011, unos 25 millones. Aunque el gasto total será justo el doble (no podemos contar los ingresos locales e indirectos), la visita del Papa supondrá para las arcas públicas un desembolso de 29,8 millones. Empleando la misma regla proporcional que con los sindicatos, el titular periodístico sería el siguiente: “los 29,8 millones dados al Papa descongelarían 119.083,8 pensiones”.
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