Sus banderas rojas fueron la única luz que pudo verse entre las tinieblas de 40 años de dictadura, exilio, torturas y cárcel. Esas banderas rojas alumbraron el camino de miles de causas justas que nunca dejaron de defenderse por estrategia calculada. Sus banderas rojas no han sido muchas veces políticamente correctas, pero nunca, nunca, moralmente incorrectas.
Allí donde ha habido, hay o haya un trabajador sin derechos y explotado, una bandera roja alumbró, alumbra y alumbrará el camino del salario digno y el trabajo decente; allí donde hay un caso de homofobia o transfobia, una bandera roja alumbra el camino de la igualdad para amar y follar con quien nos dé la gana.
Allí donde ha habido un caso de especulación urbanística, durante los años en los que atábamos los perros con longanizas, allí había una bandera roja y verde a favor de un urbanismo sostenible, a pesar de que en aquel tiempo oponerse a la especulación provocaba que te pincharan las ruedas del coche, te amenazaran o nadie quisiera contratarte por ser incómodo a los ojos de lo que entonces no estaba de moda.
Fueron gente con esta bandera los que perecieron años y años en las cárceles franquistas para defender que tú hoy puedas ser eurodiputado y hayas podido fundar un partido político. La bandera roja que tú rechazas, humillas y denigras está llena de glorias, de dignidad, de lucha y de conquistas, Pablo.
A diferencia de ti, la gente que ha portado esta bandera roja no ha defendido sus principios e ideas según soplara el viento de la oportunidad, sino según el viento de lo éticamente correcto. Nada hay más inútil que dejar de defender una causa justa por puro tacticismo. De nada sirve ganar si lo haces con las ideas y lenguaje del adversario, de nada sirve ganar si no es para transformar.
Cuando no estaba de moda estar indignado, a las asambleas contra el Plan Bolonia iban cuatro alumnos, la lucha contra la pobreza era una cosa marginal y defender el derecho a la vivienda una excentricidad, IU ya estaba harta de levantar esas banderas y defender lo justo, aunque no diera votos, fuera poco moderno y acarreara los insultos que tú ahora le dedicas a las banderas rojas.
Por último, Pablo, si aceptas un consejo, sería recomendable que bajaras la soberbia que últimamente te ahoga. A fin de cuentas, aún no has conseguido nada, salvo servir de muleta para que el PSOE gobierne y condicionar más o menos los programas de gobierno de los socialistas.
Tu partido no gobierna ninguna comunidad autónoma, las encuestas no os dan un 40% de los votos y los resultados de las autonómicas dicen que estáis en 14-15% en el global del país. Datos por debajo de los que han llegado a sacar los banderas rojas en algún momento de su historia. Tranquilízate, hombre, que no es para tanto, que el cielo está todavía muy lejos y que está muy feo usar contra IU los mismos argumentos que usa Esperanza Aguirre y la derecha más rancia de este país. Te ha faltado decir que la gente de IU huele mal.