El País Valenciano, durante muchos años, ha sido el escenario donde la derecha ha conseguido sus mejores resultados electorales. Y donde ésta ha demostrado hasta qué punto llega la maldad de su ideología. Despilfarro, corrupción a mansalva y desvergonzada y un déficit de cultura democrática que ha llevado a la comunidad autónoma a convertirse en el foco que los medios internacionales señalan para explicar por qué y cómo hemos llegado a este estado social y político catatónico.
En medio de esta hegemonía incontestable de la derecha más cavernícola y cleptómana, la izquierda también se ha herido de bala durante la larga travesía que dura ya 21 años. El sector más ortodoxo de Esquerra Unida (EU) –básicamente, el Partido Comunista del País Valenciano- inició una guerra con la corriente Esquerra i País que acabó con la expulsión de Mónica Oltra y Mireia Mollá de la formación. Lo que comenzó siendo Compromís per País Valenciá, una coalición entre el Bloc Nacionalista Valenciá y Esquerra Unida, acabó desintegrándose en dos grupos parlamentarios en la Cortes Valencianas.
La gente de Esquerra i País, alrededor del 30% de EU, creó Iniciativa del Poble Valenciá (IPdV) que lidera Mónica Oltra. Durante casi de tres años de la pasada legislatura, la escisión de EU –que formó grupo parlamentario propio junto a los dos diputados del Bloc- hizo un fantástico trabajo de oposición a la cleptocracia del PP valenciano y comenzó la andadura de una nueva izquierda, moderna, ecologista, valencianista y sin sectarismos. Nuevas formas de comunicar y la audacia de sus líderes, especialmente de Mónica Oltra y Mireia Mollá –ambas de IPdV- le valieron 6 diputados en las últimas elecciones autonómicas, quedando por encima de EU y burlándose de todas las encuestas que les dejaban fuera de las Cortes.
Ya con grupo parlamentario sólido y conseguido en listas independientes de EU, roto el techo de la visibilidad y Mónica Oltra con un grado de conocimiento importante, Compromís despegó y consiguió algo inédito: un diputado por Valencia al Congreso de los Diputados. A esto se le suman los pronósticos que, uno tras otro, le auguran un papel fundamental en la conformación del próximo Ejecutivo valenciano. Además, Compromís ha sido capaz que las diferentes corrientes de la coalición, valencianismo, ecologismo e izquierda, suenen al unísono y sea un todo que da coherencia al proyecto en el que otras formaciones del Estado se miran.
Sin embargo, todas las encuestas indican que la ruptura de la coalición Compromís per País Valenciá evitará un cambio real en el País Valenciano. En lugar de liderar el gobierno la izquierda, casi con total seguridad, lo hará un tibio PSPV que está con una mano en la izquierda y la otra en la derecha en la que se ahoga la socialdemocracia. EL PAÍS, en una encuesta publicada este martes con motivo del Día Nacional del País Valenciano, pronostica al PSPV un 23,6% de votos, punto y medio menos que la suma de Compromís y la marca valenciana de IU que contabilizarían un 25% de sufragios.
En política, dos más dos nunca son cuatro, pero es muy probable que, si la izquierda valenciana no se hubiera roto, en el País Valenciano se diera un vuelco electoral que enviase al PSOE como fuerza telonera de las fuerzas progresistas, en lugar de directora de orquesta en una comunidad donde la izquierda es holgadamente mayoría.
Los miembros de Compromís y EU, políticamente, no se toleran aunque ideológicamente votan idénticamente en el 99% de las ocasiones. Aquella ruptura debería servir para que los guardianes de la quintaesencia de la izquierda aprendieran que no será posible unir a la izquierda sin un proceso de renovación en el que la izquierda tradicional acepte la ecología política, formas más democráticas y elección de candidatos en primarias y un hábitat más amable que el que abandonó la corriente Esquerra i País, en la que militaba Mónica Oltra: defenestrada por la ortodoxia y hoy, la líder mejor valorada del País Valenciano y la preferida por los valencianos para presidir la Generalitat.
Artículo sectario y falso. Baste decir que Compromís es partidario de «Bous al carrer» y la caza de aves con el método del «parany» que no son muy ecologistas que digamos. Falsa también la explicación de la ruptura del primer Compromís donde participamos Los Verdes del País Valenciano. Fue Iniciativa y el Bloc Nacionalista quien aprovechando que tenían cuatro diputados -dos de ellos tránsfugas Monica Oltra y Mireia Mollá- se hacen con el control del grupo parlamentario, expulsan a los otros al grupo mixto, incumplen los acuerdos y se quedan el dinero de todos.