En la caso Zapata ha existido una coalición objetiva entre canallas de derechas y los imbéciles de izquierda. Los unos ha deformado deliberadamente un debate de hace cuatro años y lo han convertido en mensajes de burla; los otros se lo han creído, o se lo han querido creer porque siguen instalados en su odio contra el 15M y Podemos. Los primeros son el fuego enemigo que sabíamos que vendría , y esto no ha hecho nada mas que comenzar ; los segundos, los imbéciles, son el traidor “fuego amigo” que venimos soportando desde hace meses.
Canallas e imbéciles coinciden en no saber distinguir en el “uso” y la “mención”. Para los unos el error es deliberado y demuestra su maldad y pero para los otros demuestran su estupidez, tampoco exenta de mala baba. Por ejemplo, yo estoy usando expresiones como “canalla “ e “imbécil” en las frases anteriores con el fin de calificar la conducta de la jauría que ha perseguido a Zapata; pero en esta frase estoy solo mencionando (las comillas lo indican) “canalla “ e “imbéciles” . es algo muy distinto y tiene consecuencias intencionales muy diferentes.
No es igual gritar: ¡¡ cabrón ¡¡, que afirmar : “Alguien gritó cabrón”. En el uso estoy ejecutando un acto de habla que denota una intencionalidad práctica ; distinto es la mención, donde la finalidad es estrictamente discursiva o informativa. Es como si en el campo de las acciones equipararamos dar una puñalada (uso) y describir como a alguien le dan una puñalada (mención) ; lo primero es un acto delictivo , lo segundo una información. No distinguir esto convertiría a los periodistas de sucesos sangrientos en criminales y a los corresponsales de guerra en genocidas.
Los supuestos chistes de Zapata no han sido usados ( no ha contado ningún chiste con la finalidad de producir burla o risa) sino que ha mencionados (comillas) chistes que circulan y en el contexto pragmático ( no me cansaré de repetir que la semántica se resuelve en la pragmática) de un debate sobre los límites de humor negro a raíz de una polémica previa sobre un cineastas hace cuatro años . Zapata, cineasta también, lo ha explicado perfectamente, el cineasta que da lugar al debate también; pero a los canallas las verdad les molesta y a los imbéciles les asusta.
Esto es lo mínimo que nos espera a partir de ahora. Zapata se une a una larga lista que ya tiene hitos tan conocidos como la supuesta beca de Errejón, el no menos supuesto fraude fiscal de Monedero y ahora los chistes xenófobos de Zapata. De tal modo que Errejón es un estafador del Estado , Monedero un defraudador a Hacienda y Zapata un racista filo nazi. Y esta mercancía la que compran y difunde la izquierda imbécil en su ceguera contra Podemos. Pero la realidad es así y en el grado en que sigamos avanzando las cosas se ira poniendo peor y debemos estar preparados para reaccionar con prudencia, inteligencia y hasta buen gusto no falto de contundencia .
Nada que objetar pues al fuego enemigo de los que defienden con uñas y dientes sus privilegios abusivos, son crueles, lo sabemos, pero ya están inventariados ¿Pero con el fuego amigo de los imbéciles que hacemos? Decía Castilla del Pinto que al delirante nunca se le puede convencer pero si se le puede curar. Pues eso paciencia y terapia. y algún toque dialéctico de vez den cuando.