Mario Ortega | Soy consciente cuando termino de escribir este artículo que, dada la velocidad de los acontecimientos políticos en Andalucía, su contenido puede ser sobrepasado con las noticias saltan a la red, en términos relativistas el tiempo se acorta y en términos cuánticos la posición instantánea se deslocaliza.
Griñán rompió la baraja y ha ido desentrañando razones primero y causas y acciones posibles, después, a demanda externa. Griñán juega a ganar y juega a que el PSOE gane. Y como nada está escrito, si queremos que sea la izquierda, y particularmente la izquierda andaluza, la que gane tras la recomposición de posiciones y fuerzas que surgirá después del farol del actual presidente de la JJ.AA, es necesario actuar con tanta prontitud como alcance. Los tiempos políticos los marca quien puede, los acontecimientos los condicionan, y los agentes en competencia pueden jugar a favor o en contra según los intereses que defienden. Griñán quiere hacerse dueño del tiempo (lo ha dicho, ha dicho que toca marcar los tiempos). La tarea de la izquierda es arrebatarle su iniciativa, pero ¿cómo?
Remitámonos a los hechos, a lo que el presidente de la Junta hace y dice, sobre esto intentemos construir un relato coherente enfrentándolo al pasado y proyectándolo para el futuro. Intentemos ser lo menos especulativos posible, no es fácil. Eso sí, recordando lo que el guión de la película Lincoln pone en boca del presidente de los EE.UU, “no hago pronósticos, son inútiles, juego a ganar;” o algo así, juguemos a ganar.
Primera evidencia, el Partido Socialista Obrero Español, ha perdido la iniciativa política. En el Estado Rubalcaba juega a la foto con Rajoy por España ante Europa, haciéndole caso al viejo felipismo, en un movimiento envenenado que envía a su tradicional electorado una señal confusa. Segunda evidencia, en Cataluña el debate soberanista cogió al PSC indefinido y a contrapié, Pere Navarro intenta zafarse de esa posición que quiere ignorar la realidad chocando con la centralidad madrileña de Rubalcaba y su corte. Tercera evidencia, en Andalucía las propuestas y actuaciones políticas de impacto social fruto del gobierno de coalición llevan la marca IU-Andalucía. La interacción de estas variables está arrastrando al PSOE a una constante caída en las encuestas de intención de voto, en Andalucía aguanta en las cocinas pero no en la intención directa declarada.
Conclusión primera, un PSOE con Rubalcaba al frente, lastrado por el pactismo bipartidista y por el pasado reciente, sin modelo de Estado federal e igualitario y sin confrontación directa con la derecha, está abocado a la derrota y será incapaz de recuperar la credibilidad entre su electorado tradicional.
Cuarta evidencia, Griñán ha apuntalado a Rubalcaba (hasta ahora), con su decisión de retirarse le abre el suelo bajo sus pies. La convocatoria de primarias de partido en Andalucía se aprueba sin chistar en cinco minutos en la ejecutiva federal, un síntoma de la extrema debilidad de la posición de Rubalcaba. Quinta evidencia, Griñán afirma no verse con 70 años afrontando un proceso electoral, luego dice lo de la sabia nueva y otras cosas tabú, como la limitación de mandatos, que lo sitúan como el líder saliente que se inmola para que la renovación en el partido gane. Sexta evidencia, tiene candidata aunque no lo diga explícitamente (Susana Díaz) y no quiere problemas en su elección, por ello imprime velocidad al proceso, el 29 de julio todo estará resuelto.
Conclusión segunda, Griñán prepara su sustitución en la presidencia del gobierno andaluz y deja abierta la puerta a la convocatoria anticipada de elecciones aunque no tiene cerrados los momentos.
Séptima evidencia, Griñán afirma que el PSOE disputa el mismo espacio electoral que IU. Octava evidencia, Griñán aventura una negociación dura con su socio de gobierno, ante unos nuevos presupuestos restrictivos marcados por el techo de déficit, más recortes, los proyectos recentralizadores y los previsibles nuevos recursos ante el TC del gobierno de Rajoy. Novena evidencia, IU-Andalucía anuncia que defenderá la elaboración de presupuestos participados para 2014, la recuperación de los interinos de educación no contratados para el curso 2012/2013, la reforma agraria y el banco de tierra, la renta social básica y la banca pública, además de proponer políticas de ingresos vía impuestos para el cambio de modelo productivo, como el impuesto a las grandes superficies comerciales.
Conclusión tercera, Caso de convocar elecciones el presidente prevé un giro a la izquierda de la oferta electoral de su partido en Andalucía. El tiempo corre a favor de IU-A, que ha hecho un proceso impecable de renovación de su liderazgo político, y que capitalizará cualquier medida económica y social y cualquier confrontación con el PP centralista como el actor de gobierno más legitimado, como lo ha hecho hasta ahora con sólo dos medidas del gobierno, pero de gran impacto, el decreto sobre el uso social de la vivienda y el decreto contra la exclusión social que garantiza tres comidas a la infancia, que aun no siendo de sus consejerías se visibiliza como fruto de su presencia en el gobierno andaluz.
De otro lado, no parece que Griñán conociera el viernes 28 (día en que anuncia su retirada y las primarias de partido en Andalucía) las intenciones de la juez Alaya. Este es un factor que se introduce una vez que el presidente ha acelerado la nave y que puede que precipite el nombramiento de Susana Díaz como presidenta del gobierno andaluz, si finalmente gana las primarias (aunque nada está escrito). Esto obliga al vicepresidente Diego Valderas, en este mismo instante en que termino de escribir este texto, a pedir la salida del gobierno de cualquier persona imputada por la juez. Por momentos parece que la agenda política y los tiempos que quería marcar Griñán los va a marcar la juez Alaya.
Un primer vistazo inicial cobra la apariencia de que Griñán toma la iniciativa y controla el proceso y sus resultados, pero si lo meditamos algo más observamos que el campo de juego ha quedado abierto dejando enormes espacios libres, espacios que la izquierda andaluza puede aprovechar para construir un proyecto alternativo al de la socialdemocracia liberal que nos ha gobernado durante muchos años, para confrontarlo con el proyecto de la derecha. Un proyecto que responda a la demanda de las clases medias y populares, de las pymes y autónomos de las y los empleados públicos, de la economía agraria, es decir un proyecto que garantice la seguridad en el mantenimiento de los derechos democráticos de la mayoría y que genere esperanza compartida.
Salvando las distancias y los ejes centrales del debate, lo que puede estar haciendo Griñán sin preverlo es lo mismo que hizo Artur Mas en Cataluña, crear un escenario favorable a la fuerza política que es mejor actor dentro del mismo, IU-A.
No descarto que Griñán haya metido al PSOE-A en posición de zugzwang, haga lo que haga pierde (me refiero a espacio electoral relativo frente a IU-A, no a perder las elecciones), si convoca elecciones para poner Andalucía al servicio del partido virando a la izquierda y confrontando con el PP centralista (en una estrategia simétrica a la de Mas) puede que sus previsiones de crecimiento electoral con la posibilidad de gobernar en minoría desprendiéndose de su socio, fallen. Tengamos en cuenta la gran cocina e incertidumbre que demuestran ahora las encuestas. De otro lado, si el tiempo pasa, juega a favor de IU-A, dado que cualquier medida social y económicamente justa será atribuida a la influencia de su socio de gobierno y cualquier rechazo será atribuido a su partido, esto es lo que ha querido contrarrestar el presidente. Ahora o cuanto más tarde peor, pensó tal vez, al igual que Artur Mas.
No está en manos de IU-A frenar la convocatoria de elecciones anticipadas en Andalucía, sí lo está defender políticas de izquierdas en el gobierno y defender la soberanía andaluza frente al gobierno central. También lo está trabajar en una estrategia envolvente que sume e identifique a toda la base social de la izquierda andaluza con un proyecto de salida equitativa a la crisis.
Para ello, estar sobre aviso y prepararse ya para el combate electoral, a un tiempo que oponerse a la convocatoria de elecciones anticipadas (salvo imputación de Griñán) advirtiendo a su socio de gobierno que no puede anteponer los intereses de Andalucía a los intereses de su partido y que es hora de hacer políticas de izquierdas y no de convocatorias anticipadas, trabajar en coordinación con otras organizaciones sociales y políticas y con los nuevos movimientos sociales, vinculándose con ellas en la defensa de un proyecto político propiamente andaluz de confrontación con neoliberalismo de las derechas europeas al que aquí se suma el nacionalcatolicismo del PP, puede ser el camino de la victoria. Y si a todo ello se suma un proceso de primarias abiertas a la ciudadanía que genere tanta esperanza como confianza en la política, tal vez así se abra la puerta tras la cual encontremos la victoria de la izquierda en Andalucía.
@marioortega
Un solo indicio de su papel por controlar los debates públicos sobre los ERE de Andalucía evidencia su nerviosismo y su supuesta implicación en una trama que él siempre ha negado conocer y participar .
Un solo indicio de su papel por controlar los debates públicos sobre los ERE de Andalucía evidencia su nerviosismo y su supuesta implicación en una trama que él siempre ha negado conocer y participar .